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La rápida expansión que el coronavirus ha tenido en el país, con más de 5.500 contagiados y 48 muertos; gatilló que, de un segundo a otro, prácticamente todos los empleados a nivel nacional comenzaran a desempeñar sus funciones a distancia. De hecho, la consultora multinacional de RR.HH. Randstad realizó una encuesta a más de 200 personas, la cual reveló que la implementación de home office en las empresas del país llegó a 72% luego del 16 de marzo, cuando Chile entró en la fase 4 de contagio.

Sin embargo, la posibilidad de trabajar bajo esta modalidad sin perder productividad ni interrumpir significativamente la operación durante la crisis del coronavirus no es factible para todas las industrias. Particularmente, el sector Construcción enfrenta un difícil momento, especialmente desde que se decretara cuarentena total para las comunas de Independencia, Santiago, Ñuñoa, Providencia, Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, las que, en su totalidad, representan cerca del 50% de los proyectos de edificación vigentes en el Gran Santiago, involucrando entre 130 mil y 150 mil trabajadores, según cifras de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). Revisa ley de teletrabajo y accidentes laboral ¿cómo funciona?

Al respecto, Camila Montuschi, Head of Engineering & Mining de Randstad Professionals, señala que hay que tener en cuenta que la naturaleza de las funciones de cada rubro es diferente. “Por eso, realizamos un levantamiento de las principales medidas adoptadas por las empresas productivas y proveedoras de minería en medio de la emergencia país que ha desatado el coronavirus. En cuanto a las prácticas generales implementadas en las firmas que se encuentran fuera de las comunas con cuarentena total, se ha autorizado que todos los mayores de 60 años que trabajan en obra o faena vuelvan a su hogar; además quienes viven con mujeres embarazadas o adultos mayores pueden realizar home office, así como también el personal administrativo.

Por otro lado, las compañías han decretado confinamiento para quienes declaren haber viajado en avión y/o bus en el último tiempo y se ha recopilado información sobre los empleados que poseen exámenes preocupacionales que indiquen alguna posible contraindicación que los haga más propensos a contraer la enfermedad, con el objetivo de tomar resguardos adicionales”, sostiene.

La ejecutiva explica que en muchos casos, no solo se trata de buena voluntad por parte del empleador, porque no es fácil encontrar el equilibrio perfecto entre proteger la salud de los trabajadores y a la vez tener la capacidad de generar los ingresos necesarios para pagar sus sueldos a fin de mes. “Lo que todos queremos es que la salud de las personas no se vea afectada y que, dentro de lo que se pueda manejar, el mercado laboral tenga el impacto menos negativo posible”, acota.

Camila comenta que en el reporte también se encuentran las indicaciones para quienes aún no dejan la operación y para los trabajadores que están home office y destaca que todas son medidas muy valorables, debido a que si hay departamentos o rubros que deben seguir físicamente en la operación, la compañía debe proveer todos los recursos y herramientas a los trabajadores, de manera de evitar o minimizar el riesgo de contagio de coronavirus, siendo empáticos y entendiendo la realidad de cada uno, lo que está pasando en sus casas, con hijos y la situación de salud de sus familiares cercanos a que frente a este panorama. Lee también capacitación laboral, clave en tiempos complejos

“Es lo que están haciendo las empresas de la industria, sobre todo considerando que sus gremios anticipan un negativo impacto en el empleo, una mala noticia tomando en cuenta que el sector es uno de los mayores generadores de puestos laborales en Chile”, acota.

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