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Team building no es un concepto nuevo. En 1920, William McDougal, psicólogo británico especialista en psicología social, publicó The group mind, un libro en el que remarcaba la importancia de la formación de grupos y la búsqueda de técnicas para conseguir la cohesión entre los miembros de los distintos equipos. Hoy en día, esta iniciativa se está promocionando cada vez más entre los responsables de Recursos Humanos debido a que los beneficios pueden marcar la diferencia entre empresas, como por ejemplo, impulsar la creatividad.

“Reunirse es el comienzo, permanecer juntos es el progreso y trabajar juntos el éxito”, es una de las mejores citas sobre construcción de equipos con la que  Henry Ford, fundador de Ford Motor Company, hizo tomar conciencia a muchos empresarios sobre la necesidad de impulsar el trabajo en grupo y de los beneficios que conlleva.

La evolución es obvia, hace unos años las actividades que se organizaban eran limitadas, ya que el mercado no ofrecía un sinfín de posibilidades a elegir. Ahora, podemos encontrar distintas variedades diseñadas exclusiva y estratégicamente para mejorar el rendimiento de los equipos y, además, aumentar la satisfacción al establecer relaciones informales entre los profesionales.

Actividades para cada ocasión

Hay dinámicas de grupo adaptadas para cada situación, en las que es necesario tener mayor conciencia de equipo:

  • Integración. Los miembros de un equipo que no se conocen entre sí necesitan un empujón para romper el hielo. Facilitar situaciones en las que puedan compartir experiencias ayuda a la cohesión.

     
  • Confianza en los demás. Realizar actividades físicas o deportivas rompe barreras de desconfianza o duda acerca del otro.

     
  • Competitividad. Jugar por equipos es una oportunidad para competir sin rivalidad. Después de la actividad se pueden valorar los puntos positivos y los mejorables, así se pueden trabajar los errores y aciertos en el ambiente laboral.
  • Estrategia e innovación. Actividades intelectuales o físicas que hacen poner en marcha el pensamiento estratégico de cada miembro del grupo.

Cómo organizar una dinámica efectiva

La naturaleza de la actividad escogida no lo es todo para que el team building funcione, también hay que tener en cuenta cuáles son los objetivos y quiénes van a participar. Por ello, es recomendable seguir unas directrices:

  • Planificar e identificar las carencias del equipo antes de escoger cualquier dinámica de grupo.

     
  • Comunicar con precisión y claridad el mensaje entre los trabajadores ayuda a estimular la participación y recibir un feedback sobre la recepción de la propuesta.

     
  • Llevar a cabo la actividad que mejor se adecúa para conseguir los objetivos planteados.
  • Analizar los resultados: ¿qué grado de acogida y participación ha suscitado la actividad?, ¿es recomendable volver a programar un evento de team building?, ¿han mejorado las relaciones personales y el trabajo en equipo? Para esto, se puede realizar una breve encuesta a los participantes y conocer su punto de vista.

Ejemplos de actividades team building

De entre las últimas tendencias en dinámicas de grupo destacan:

  • Tecnología. Actividades variadas con la tecnología como protagonista, desde gafas de realidad aumentada o realidad virtual, hasta el uso de drones y su montaje.

     
  • Cooking. Asistir a una clase de cocina con los compañeros abre un nuevo canal de comunicación para impulsar la complicidad alejados de la rutina laboral.

     
  • Lipdub. Consiste en realizar un vídeo musical sincronizando pasos de baile con playback. Con esta actividad los empleados se desinhiben y crean lazos de confianza.

     
  • Paintball. Esta conocida actividad funciona muy bien para fomentar una competitividad sana a través del deporte y la estrategia. El objetivo es “eliminar” a todos los jugadores del bando contrario recreando un campo de batalla con armas que disparan bolas de pintura.

     
  • Escape rooms. La dinámica obliga a los participantes a usar todo tipo de habilidades intelectuales y, más importante aún, a trabajar en equipo, ya que los retos que se suelen plantear están pensados para que una persona no pueda resolverlos por sí sola. El objetivo es claro: salir de una habitación cerrada con tiempo límite de una hora.

¿Qué resultados se consiguen?

Además del evidente espíritu de equipo, entre los numerosos beneficios que se obtienen al organizar cualquiera de las actividades detalladas anteriormente podemos encontrar:

  • Aumento de la motivación y de la actitud positiva de los empleados.
  • Desciende el absentismo laboral.
  • Incremento de la resistencia al estrés.
  • Mejora las habilidades de liderazgo y delegación de responsabilidades.
  • Dedicación de un tiempo para la creatividad, el ingenio y la capacidad para resolver situaciones complejas.
  • Identificación de fortalezas y debilidades en el equipo.

En resumen, las actividades team building pueden adaptarse a cualquier tipo de empresa que busca mejorar problemas existentes entre compañeros y aumentar el nivel de moral o simplemente mantenerlo.