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Ante la baja participación de mujeres en tecnología y la preocupante brecha que aún existe en el mercado laboral, un medio nacional entrevistó a Angélica Rebolledo, Gerente de Grandes Cuentas TI de Randstad, con el objetivo de indagar cómo se puede cambiar esta realidad. La respuesta tiene distintas aristas, pero lo principal tiene que ver con un aspecto cultural que no solo predomina en Chile, sino que en toda la Región. Te dejamos un resumen de la conversación.

Lee el artículo profesionales ti: ¿cómo cambia el mercado post pandemia?

  1. ¿Qué competencias clave entregan las mujeres para el desarrollo de las áreas tecnológicas?
    Se han realizado investigaciones que han encontrado en las mujeres un grado superior en cuanto a resolución de problemas, innovación y productividad. Así, por lo general, suelen ser mejores líderes gracias a su mayor empatía, disposición para escuchar a los demás y facilidad para el trabajo en equipo; además de tener una capacidad de organización extraordinaria. De hecho, ya en 2013 un estudio de Randstad[1] reveló que en Chile existe una fuerte convicción de que una mujer es más apta para dirigir una empresa que un hombre, posicionándose tercero en el ranking mundial en esta percepción, con 56,2%; luego de España (56,6%) e India (68,4%). También son multitarea, una de las cualidades por las que más destacan, tanto en el ámbito profesional como en el personal. Por eso, limitar el acceso de la mujer a posiciones ligadas a Ciencias y Tecnología no solo fomenta la brecha, sino que cuesta dinero a las economías de Chile y la Región al perderse miradas y perspectivas valiosas. En tiempos de contingencia se hace imprescindible que las compañías y sus iniciativas ligadas a I+D, Tecnología e innovación tengan una mirada mixta.
     
  2. ¿Qué podría hacer más atractiva esta área para que más mujeres se interesen en participar?
    Desde el ámbito corporativo se pueden impulsar diferentes planes y políticas, pero lo primero y más importante es terminar con los estereotipos de género que han afectado negativamente la participación de las mujeres en Tecnología y Ciencia. En este punto el tema cultural es clave, partiendo por la educación en casa, pasando por la formación en los establecimientos educacionales y los programas de Gobierno y finalizando con las iniciativas empresariales. Y es que siempre hemos escuchado, equivocadamente, que la matemática, la economía o cualquier otra ciencia, son asignaturas “masculinas”; y que aquellas ramas ligadas a lo social y humanista son “femeninas” o en las cuales las mujeres se pueden desempeñar mejor. En cuando a las medidas que puedan poner en marcha las organizaciones, hay diversas estrategias, por ejemplo, contar con horarios flexibles, teletrabajo, días administrativos y permisos para trámites personales y familiares, entre otros beneficios, pero lo más relevante es establecer una política de igualdad salarial y oportunidades de crecimiento.
     
  3. ¿Por qué considera que las mujeres se involucran en menor medida en carreras tecnológicas?
    Tiene que ver principalmente con un tema cultural, el cual ha fomentado la creencia de que las mujeres son ajenas al mundo científico y tecnológico o poco capaces de desenvolverse en él; sin embargo, positivamente esta afirmación ha ido perdiendo peso y hoy son cada vez más las mujeres que se insertan en el sector, no solo en posiciones técnicas y profesionales; sino que también en cargos estratégicos; dejando de manifiesto su gran capacidad y potencial en la industria.
     
  4. ¿Considera que existen desafíos en este sentido, como más programas de inclusión, por ejemplo?
    Creo que este tema queda respondido en la pregunta 2. Solo agregar que mucho se ha hablado de la escasez de talentos en el sector y de la necesidad de contar con personal calificado en una de las industrias más importantes para el desarrollo del país. Según el BID, para 2022 se requerirán más de 1,2 millones de desarrolladores en Latinoamérica, debido a que la emergencia provocada por el Covid-19 aceleró los procesos de transformación digital en compañías de todos los sectores con el fin de dar continuidad al negocio a través del trabajo a distancia. Por lo mismo, en Chile ya existen iniciativas públicas y privadas para cambiar este escenario. No obstante, como dije anteriormente, el enfoque inclusivo debe comenzar en la educación temprana, que es el espacio en el que abandonan los roles de género y estereotipos.

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[1]  Workmonitor, estudio realizado en 34 países a trabajadores asalariados que trabajen un mínimo de 24 horas semanales. No considera independientes. Descarga el informe global.