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Reducir tiempos y costos y obtener una mayor productividad mediante una mejora del flujo de información son algunos de los beneficios que la tecnología wearable promete en el sector de la logística. Todo ello está comportando una verdadera revolución en las condiciones de trabajo.

Wearable es un término que engloba todos aquellos elementos tecnológicos que se incorporan a alguna parte del cuerpo, interactuando de forma continua tanto con el usuario como con otros dispositivos. Su implantación avanza mucho más rápidamente en el trabajo que en casa, dado que las ventajas en cuanto a productividad, seguridad, eficacia e información no son pocas. La logística se sitúa entre las industrias que apuestan de manera más decidida por estas nuevas tecnologías, que permiten ganar en flexibilidad del servicio, trazabilidad de los envíos, multicanalidad y disminución en los tiempos.

El estudio Warehouse Vision Study revela que, con el horizonte puesto en 2020, un 76% de los 1.378 profesionales encuestados en el sector logístico planifica incrementar la inversión en sistemas de localización en tiempo real para hacer seguimiento de los activos y supervisar el inventario; un 75% pretende utilizar estas tecnologías para gestionar el aumento de instalaciones y de mercancías; y más del 40% destaca la disminución de los tiempos de entrega como aspecto clave para realizar esta inversión. 

Una nueva manera de trabajar

Los mecanismos ponibles o usables supone un salto adelante respecto a los actuales dispositivos móviles en cuanto a facilidad de uso y reducción del tiempo empleado. Pasos como desbloquear el dispositivo, introducir la contraseña y abrir la aplicación se sustituyen por microgestos que reducen el tiempo de acceso. Algunos simplemente monitorizan los movimientos sin necesidad de que haya una acción voluntaria por parte del usuario.

Todo ello está comportando, evidentemente, cambios sustanciales en la manera de trabajar. Las compañías que operan en este sector aseguran que la tecnología wearable permite caminar un 14% menos para completar un pedido, optimizar un 18% el tiempo necesario para seleccionar todos los ítems de una orden y reducir más de un 15% el tiempo total en el cumplimiento de la misma.

Asimismo, un estudio del Institute of Management Studies de la Universidad de Londres afirma que los niveles de satisfacción laboral crecerán un 3,5% y que la implantación de los dispositivos vencerá de manera natural las reticencias. Y es que los trabajadores ya sustituyeron los catálogos de papel por las tablets y los teléfonos inteligentes, que en su momento desafiaron su derecho a la intimidad. Además, estos dispositivos cuentan con la ventaja de ser intuitivos, con un funcionamiento fácil de aprender y con instrucciones claras y precisas.

Por parte de las organizaciones, las dudas que genera la implantación de estas tecnologías parece que se disiparán rápidamente ante las garantías de aumentar la eficiencia y de acceder a datos que no es posible obtener de ninguna otra manera. Y es que los dispositivos wearable  están empezando a ofrecer una visión más precisa de la fuerza laboral, aportando detalles sobre la jornada de trabajo y sobre el bienestar general de los empleados. Por ello, su relevancia alcanza a las áreas de Recursos Humanos, que se enfrentan al gran reto de convencer a las plantillas de que los beneficios superan ampliamente las reservas. Por ejemplo, los análisis extraídos de los dispositivos pueden mejorar los procesos de integración laboral a través de manuales de capacitación cargados en un dispositivo que se entrega al empleado y se adapta a sus necesidades. 

De la voz a la multimodalidad

En el panorama actual, la tecnología wearable se traduce en sistemas portátiles que permiten obtener información en tiempo real, visualizar gráficos o consultar el stock. Todo ello, a través de dispositivos de manos libres para incrementar la movilidad, la comodidad y la precisión del usuario, con un entramado tecnológico que integra escáneres, pantallas táctiles, tecnología NFC, auriculares inalámbricos, impresoras con bluetooth, smartwatches y muñequeras… Las funciones de reconocimiento de voz y control por gestos son la clave, apareciendo a gran velocidad nuevas soluciones multimodales.

Uno de los desarrollos que están logrando mayor acogida son las gafas inteligentes de realidad aumentada, dado que los usuarios tienen las manos libres mientras visualizan en las pantallas de sus gafas información sobre un producto y su ubicación, facilitando la creación de inventarios, la gestión de los movimientos de almacén, el recambio frecuente de mercancías y la rotación de stock. Permiten integrar los sistemas de gestión, recibir información en tiempo real e incluso enviar imágenes y vídeos a clientes y colaboradores.

En definitiva, las tecnologías wearable hacen realidad el sueño de trabajar en un gran almacén de logística donde todo está perfectamente organizado y donde los operarios, con las manos libres y con menor esfuerzo, pueden controlar los procesos con la máxima precisión.