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Según la última edición del Workmonitor, estudio trimestral de Randstad, los chilenos son los trabajadores en el mundo con más predisposición a emigrar, con 92% de las menciones; siempre y cuando esta opción les permita crecer profesionalmente y tener un mayor balance vida familiar-laboral, creciendo 27 puntos porcentuales (pp) en 6 años.

Así, junto con India, el país ocupa la primera posición en el ranking global compuesto por 34 naciones, en el que luego se ubica Malasia (90%) y en tercer lugar Brasil (89%). De esta forma, Chile se posiciona muy por sobre el promedio internacional, que alcanza 64%, una cifra que se ve influenciada por los bajos porcentajes obtenidos en aquellos Estados con sistemas laborales más desarrollados, entre los cuales se encuentran Holanda, con solo 39% de su población dispuesta a mudarse por razones de trabajo, seguido por Japón (40%) y Austria (46-%), que incluso suelen ser los destinos preferidos de las nacionalidades con mayor inclinación para desplazarse. 



Al respecto, Francisco Torres, director de staffing & outsourcing de Randstad, explica que “la integración de las economías ha acelerado el intercambio internacional en todo sentido, incluso en el ámbito del talento. Así, hoy también son las organizaciones las que tienen necesidades globales y, al parecer, los chilenos están dispuestos a aceptar este desafío”.

De todas formas, la intención de moverse se incrementa entre los más jóvenes, llegando a 97% en el rango etario de 18 a 24 años; luego a 94% entre los 35 y 44 años y a 90% entre los 25 y 34 años; bajando a 89% entre los 55 y 65 y a 87% entre los 45 y 54 años.

“Y es que actualmente, si hablamos a nivel general, los millennials no poseen un gran peso en cuanto a responsabilidades familiares y, por lo habitual, la mayoría ha podido ahorrar debido a que vive con sus padres hasta pasados los 30 años, es decir, ni siquiera han adquirido bienes muebles o inmuebles que de alguna manera los mantengan atados a un territorio.

De esta forma, independientemente del lugar del mundo en donde se ubique la compañía, buscan un empleo con un propósito, una empresa cuyos valores sean compatibles con los suyos, que les plantee retos y que les permita tener un crecimiento acelerado, pero que al mismo tiempo les entregue la posibilidad de compatibilizar trabajo y tiempo libre”, dice.



Igualmente, el directivo de la consultora relaciona esta disposición a emigrar con un tema aspiracional. “Si bien crecer profesionalmente e incrementar la calidad de vida es el principal gatillador de movilidad geográfica entre los chilenos, también existe el deseo de habitar aquellas localidades catalogadas como las ‘mejores ciudades del mundo para residir’ o con ‘más oportunidades’ y, al mismo tiempo, están presentes las ansias de pasar por experiencias nuevas, conocer otras culturas y enriquecerse laboralmente teniendo una visión más global de su negocio o área de expertise”, analiza.

Por otro lado, el ejecutivo agrega que en Chile es muy potente el tema de que “somos uno de los países de la OCDE en los que más horas se trabaja y que, en comparación a otros lugares del mundo, tenemos pocas vacaciones. Por ejemplo, España tiene 30 días de feriado legal y Holanda 24, pero hay que tener en cuenta que esta última nación está entre las TOP5 en cuanto a niveles de producción y España se ubica en una posición intermedia, mientras que Chile es uno de los que menos produce entre los 36 Estados que integran las Organización, lo que también es un factor a analizar la momento de disminuir las horas de la jornada o aumentar el periodo de descanso”, acota.



Por otro lado, vale la pena mencionar que los trabajadores nacionales tienen la más baja disposición a nivel mundial a emigrar si esto significa hacer un cambio en su carrera, con solo 25% de las menciones, es decir, “para ellos, la movilidad debe estar atada a un propósito laboral y tener un objetivo claro, que les genere seguridad. Esta aprehensión podría ser extrapolada a nivel latinoamericano, ya que luego de Chile, entre lo menos dispuestos a abandonar su quehacer por desplazarse se encuentran los mexicanos y argentinos, ambos con 30%, y luego de Turquía y Hong Kong (37%), inmediatamente se posiciona Brasil, con 42%.

En base a esto, Francisco comenta que, al parecer, a nivel LATAM las carreras están muy arraigadas en el adn de las personas y son pocas las que se aventurarían a salir de su nación para probar suerte en otros oficios o disciplinas, a diferencia de los europeos, quienes por un tema cultural y de estructuración del sistema educativo, salen de la universidad con una preparación mucho más multifuncional o menos estructurada”, sostiene Torres.

De hecho, la segunda razón que motiva a los chilenos a moverse de su territorio es conseguir un salario sustancialmente más alto, con 87%, lo que también tiene que ver con un tema netamente profesional. En este aspecto, el país solo está por debajo de India (91%) y por encima de Brasil (86%). “Esto también tiene relación con un tema aspiracional, pero igualmente tiene sentido si tomamos en cuenta que particularmente Santiago, es una ciudad muy cara para vivir, lo que se condice con que la mitad de los trabajadores nacionales gana 400 mil pesos al mes o menos; mientras que el ingreso laboral promedio de la población alcanza un poco más de 550 mil pesos mensuales ”, reflexiona.

Con respecto a los países preferidos por los chilenos para ir a hacer carrera, según el Workmonitor, en primer lugar se ubica Estados Unidos y en segunda posición España, principalmente porque es bajo el porcentaje de compatriotas que dominan el inglés en un nivel tan avanzado que les permita mostrar todas sus potencialidades en el ámbito laboral; mientras que en tercer lugar está Canadá.

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