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¿Sabías que en algunas empresas conviven hasta cuatro generaciones de profesionales distintas? Babyboomers, Generación X, Millenials (Y) y la incipiente generación Z componen actualmente la mayor parte de la población activa. El reverse mentoring se ha vuelto esencial para la cohesión entre profesionales.

En este contexto, uno de los grandes retos que se plantean afecta directamente a la gestión del talento. Para ello, resulta necesario crear procedimientos de cohesión que contribuyan a mantener un ambiente de entendimiento, permitiendo, además, el intercambio de conocimiento entre unas generaciones y otras. La solución a esta situación se conoce como reverse mentoring y nace como respuesta ante la necesidad de acercar las últimas tendencias en tecnología, técnicas laborales y métodos de creatividad a los integrantes más veteranos de la empresa. Para llevar a cabo esta labor, nada mejor que los nativos digitales o millennials.

La era digital como principal motivación del reverse mentoring

Esta práctica fue popularizada en 1990 por Jack Welch, el CEO de General Electric, quien emparejó a un grupo de ejecutivos con los juniors del equipo para que les enseñasen a utilizar internet. Desde entonces, muchas compañías han adoptado el reverse mentoring y lo han formalizado dentro de sus programas como una de las prácticas que más resultados positivos asegura.

La urgencia por conocer todas las funcionalidades que ofrecen los nuevos dispositivos, internet o las redes sociales, responde a un cambio de tendencia muy claro: los consumidores están adoptando la tecnología más rápido que las empresas, por lo que muchas están luchando por adaptarse a los requisitos de sus clientes. Por esta razón, el reverse mentoring ya no es una práctica enfocada únicamente a las empresas tecnológicas, sino que se extrapola a cualquier ámbito.

Los directivos han visto en el talento más joven, especialmente los pertenecientes a las generaciones Y y Z, una vía perfecta para conocer los detalles de este nuevo paradigma digital. En estos casos, son ellos los que forman en estas competencias a los más veteranos, aportando su know how como valor diferencial. Además del conocimiento sobre tecnología del que gozan estas generaciones por ser nativos digitales, los valores que profesan son muy diferentes respecto a los de generaciones pasadas.

¿Cuáles son las ventajas del reverse mentoring?

Pese a que el reverse mentoring se plantea como una transmisión de conocimientos por parte de las generaciones más jóvenes a las más veteranas, la realidad difiere completamente con ese planteamiento. Esto se configura como una relación simbiótica en la que ambas partes salen beneficiadas, ya que los juniors pueden aportar conocimientos sobre tecnología, pero los seniors disponen de una importante experiencia que tiene un valor incalculable para las nuevas incorporaciones.

¿Qué puede aportar el reverse mentoring a los participantes?

Para los seniors, esto supone un cambio en la forma de concebir las relaciones sociales dentro de la empresa y amplía la perspectiva gracias a la oportunidad de conocer los problemas, las expectativas o las motivaciones de generaciones más jóvenes.

– La experiencia del reverse mentoring ofrece la oportunidad a los ejecutivos sénior de conocer cuáles son las inquietudes y necesidades que el talento joven demanda de la empresa, y así, como responsables, poder satisfacerlas.

– Los juniors del equipo se sienten más implicados al trabajar junto a los ejecutivos sénior de la empresa y ver que sus conocimientos aportan gran valor.

– Se produce un intercambio de conocimiento específico entre miembros de diferentes generaciones.

Cómo introducir un programa de reverse mentoring

Pese a los numerosos beneficios que tiene aplicar el reverse mentoring en el entorno empresarial, en algunos casos se puede encontrar con escépticos. Superar este obstáculo es vital para que la relación de mentoring funcione. Lo principal es quitarse la venda metafórica y asumir que los conocimientos que cada generación ha ido adquiriendo a lo largo de su vida pueden ser diferentes y, a su vez, complementarios.

De acuerdo con las declaraciones de Alexia Vernon, presidenta de Catalyst for action, empresa dedicada al desarrollo de liderazgo, existen una serie de puntos que deben ser tenidos en cuenta para aprovechar al máximo los beneficios del reverse mentoring:

– Definir los objetivos: cada parte debe tener claro cuál es el objetivo clave de esta enseñanza.

– Estar de acuerdo con las reglas: debe existir un consenso de acuerdo con las reglas que dicte el mentor.

– Disposición al aprendizaje: en una relación de reverse mentoring, ambas partes deben tomar el rol de mentor y mentee, de manera que cada uno debe estar dispuesto a enseñar y aprender del otro.

– Confianza: el objetivo de esta relación es salir de la zona de confort, por lo que es indispensable que cada una de las partes confíe en la otra y asuma nuevas formas de pensar y trabajar.

– Transparencia: ambos deben mantener una actitud abierta respecto a sus sentimientos o pensamientos. Deben sobrellevar sus diferencias respecto al estilo comunicativo y estar dispuestos a analizar las situaciones desde distintos ángulos o perspectivas.

La aplicación del reverse mentoring supone un gran acercamiento entre los diferentes estratos que componen la empresa, además de ser un reflejo del contexto socio económico actual caracterizado por la inclusión, la disipación de fronteras y el nuevo paradigma del medio digital. Aplicar esta práctica fomenta el intercambio de conocimientos y experiencias entre los puestos que componen la jerarquía empresarial, motivando la cultura de la comunicación, creando un sentimiento de importancia entre los miembros del equipo y ayudando a promover un entorno de compañerismo óptimo.

Y tú, ¿qué valores aportarías si participases en un reverse mentoring?