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¿Qué beneficios puede tener la existencia de una correlación entre la felicidad en el trabajo y el compromiso de los empleados? 

La relación entre felicidad laboral y compromiso tiene múltiples beneficios tanto para los colaboradores como para la empresa, ya que los trabajadores que están a gusto con su trabajo se sienten más motivados, más comprometidos y son más productivos. Para esto, una compañía debe favorecer un clima laboral adecuado, en el que los empleados sean valorados y cuenten con la confianza de sus compañeros y superiores, factores clave y que están llamados a marcar la diferencia en cuanto a captación y retención de talento.

La “felicidad en el trabajo” permite mejores relaciones son las jefaturas y están más capacitados para enfrentar retos y conflictos. Las personas que se sienten cómodas y vibran con su trabajo, están más dispuestas a asumir nuevas responsabilidades, precisamente porque se sienten más comprometidas gracias a que valoran la inversión que su empleador está haciendo en su bienestar.

Suelen ser trabajadores que disfrutan con lo que hacen, a los que les entusiasma poner en marcha nuevos proyectos, que apuestan por un modelo colaborativo a la hora de trabajar y que asumen un rol más proactivo en su día a día, actitudes que generan múltiples ventajas para la compañía.

La felicidad en una empresa permite que los empleados se sienten más valorados, manejan el estrés de forma más eficiente y estén satisfechos con sus vidas, porque al tener estabilidad y crecimiento laboral, buscan que tales logros permeen su vida personal. El trabajo es parte importante de la vida de una persona, por lo que si una compañía se preocupa de la felicidad de sus empleados mientras éstos pasan tiempo en la oficina, promocionando la salud y la satisfacción en el lugar de trabajo; determinando objetivos claros y ambiciosos, pero que permitan conciliar vida profesional-personal; generando iniciativas para mejorar el clima laboral o incluso preocupándose de pequeños detalles que eviten gatillar estrés; naturalmente este estado se extrapolará a otros ámbitos de su vida.

¿Qué deberían hacer las empresas para mejorar esta relación de felicidad con productividad? 

Por ejemplo, en las compañías más exitosas del mundo, la tendencia se dirige a reducir las horas de oficina y más a ayudar a que los empleados encuentren su propósito de vida, porque esto se traduce en bienestar laboral o profesional.

Teniendo en cuenta que, según un estudio de Harvard Business School, la motivación se suele perder tras seis meses en el puesto de trabajo en un 85% de los casos, las empresas deben poner en marcha una serie de mecanismos para mantener cohesionado y motivado al equipo. 

Y no solo referente a incentivos y programas de recompensa, sino también a aspectos como el desarrollo profesional y la creación de oportunidades en el largo plazo; la transferencia de responsabilidades y el hecho de que las empresas apoyen y fomenten las nuevas ideas, además de las recompensas y reconocimientos no monetarios por los logros y productividad del empleado. Así, la ecuación es clara: a mayor satisfacción con el puesto de trabajo, mayor productividad, con lo que obviamente los beneficios redundarán también en la totalidad de la empresa. Si las compañías realmente desean tener un mayor retorno de la inversión, enseguida se darán cuenta de que deben incurrir en prácticas de bienestar para sus empleados. 

¿En qué deben invertir las compañías para detonar la felicidad y productividad de sus empleados? 

• Generar orgullo de pertenencia. La motivación, el crecimiento profesional, el clima laboral, la identificación con los valores de la empresa, unos objetivos estratégicos claros y la satisfacción de las necesidades personales son los factores clave.

• Comprometer a los trabajadores con los objetivos operacionales, de negocio y estratégicos de la empresa: las personas implicadas, orgullosas y motivadas ofrecen toda su eficiencia y capacidad creativa y son capaces de realizar un esfuerzo extra cuando las circunstancias del entorno laboral así lo requieren.

• Tener políticas activas de reconocimiento, ya que  generen una cultura empresarial y dinamizan el compromiso de los trabajadores.

• Fomentar prácticas de “salario emocional”, puesto que está relacionado con el vínculo sentimental entre empleado y empresa. Es la satisfacción de necesidades que superan el ámbito económico, mejorando la calidad de vida y fomentando la conciliación entre la vida laboral y personal.

• Implementar determinados beneficios, como la flexibilidad de horarios, la introducción del teletrabajo o paquetes de salario flexible que incluyan, por ejemplo, transporte, debido a que pueden actuar como factor motivador y mejorar la opinión que los trabajadores tienen de su empresa.

• Tener líderes motivadores e inspiradores. Cuando una persona confía en su jefe, lo respeta y aprende de él, difícilmente pensará en cambiar de empleo o se sentirá disgustando con su entorno laboral.