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Si aspiras a ser parte de la alta gerencia de tu empresa y estás dispuesto a esforzarte para conseguirlo, debes saber que no hay ninguna razón por la que no puedas ascender hasta el escalón más alto de la escala corporativa. Solo depende de ti y de lo que desees lograr en tu desarrollo profesional. Aquí te dejamos algunos consejos sobre cómo comenzar tu viaje a la cima de tu carrera.

Como profesional experimentado en el dinámico mundo laboral de hoy, has demostrado todas las habilidades inherentes a un gran líder: gestión de personas, visión de mercado, conocimiento político y comunicacional. Sin embargo, a medida que navegas en los rangos ejecutivos, es hora de reevaluar tus objetivos, tanto profesional como personalmente.

Si bien esto puede parecer innecesario, ya que hasta ahora has tenido una carrera exitosa, llegar a la C-suite, el grupo más importante e influyente de una empresa, requiere un reexamen cuidadoso de lo que aspiras a ser como líder. Esto quiere decir que debes ser brutalmente honesto acerca de los roles que deseas y el plazo en el que quieres que esto suceda.

Aspirar a esto no es el objetivo de todos los profesionales. Quienes pertenecen a este círculo entienden que requiere un inmenso sacrificio personal, dedicación, capacidad de absorber las críticas y la presión de estar consciente de que son los principales responsables de los resultados obtenidos, lo que significa estar en la mira de la junta ejecutiva y los accionistas.

Este estrés cada vez más intenso ha llevado a que el mandato promedio de los CEOs caiga a solo cinco años, según un estudio. Y es a medida que la digitalización y la automatización transforman la mayoría de las industrias, se espera que los líderes tengan una visión para llevar su negocio a la próxima década y más allá.

De esta forma, si unirte a la alta dirección no es tu objetivo; puedes buscar una posición de liderazgo que trabaje más estrechamente con un equipo funcional en ventas, operaciones o desarrollo de productos, por ejemplo. Esto aún requiere definir claramente tus metas, ya sea aquellas relacionados con la compensación financiera, la satisfacción laboral, los logros profesionales o aquellos temas personales que son importante para ti. Sea lo que sea que esperas lograr, reevaluar regularmente tus metas te asegurará tener un camino claro hacia ellas.

Luego de esto, es necesario determinar qué tipo de organización es adecuada para ti. Si bien la mayoría de los profesionales visualiza un camino lleno de ascensos en organizaciones cada vez más grandes, este puede no ser el camino para todos.

Los líderes de las grandes empresas se centran en su conocimiento específico, ya sea en finanzas, regulación, recursos humanos, marketing, operaciones u otros. Dentro de su campo de actuación, pueden tener equipos de apoyo centrados en el cumplimiento tributario, por ejemplo, o en la administración de beneficios. Sin embargo, una empresa más pequeña ofrece más experiencia práctica.

Por ejemplo, un director de marketing puede estar involucrado en todos los aspectos del marketing digital, la coordinación de ferias comerciales, la creación de contenido y otras tareas. Así, es posible que prefieras esta experiencia laboral diversa a los líderes que supervisan servicios específicos. 

Cambio de vida y oportunidades.

Dos razones por las que quizás desees reconsiderar tus objetivos profesionales son las nuevas oportunidades que podrían presentarse y los cambios en la vida personal que éstas podrían generar, llevándote a una realineación de tus prioridades. Muy a menudo, esto te llevará a aceptar cambios en tu carrera que de otra manera no considerarías, ya sea asumir una posición fuera de tu zona de confort o expandir las responsabilidades en tu puesto actual. 

Los cambios en tu vida personal también tendrán un impacto significativo en las decisiones de carrera, así que asegúrate de conciliar ambos mundos. Por ejemplo, las obligaciones familiares pueden requerir que reduzcas las horas en la oficina o limites tu movilidad laboral. La forma en que tus circunstancias personales afecten la evaluación de tus objetivos diferirá de cualquier otra persona, por lo que no existe una fórmula mágica para tomar la decisión correcta. Sin embargo, ten en cuenta que sacrificar la satisfacción personal en favor de la ambición profesional no es sostenible, y esta es una de las causas clave del agotamiento laboral.

Determinar tus metas profesionales no es un ejercicio de una sola vez. Al igual que lo harías en cualquier negocio, los objetivos de reevaluación basados ​​en las condiciones actuales y las perspectivas futuras te ayudarán a alcanzar mejor los resultados que deseas.

Tres consejos para ayudarte a refinar tus objetivos profesionales.

Consultar a personas de confianza.

Pueden ser mentores, colegas, entrenadores de carrera, amigos y familiares. A medida que asciendes en la escala corporativa, querrás mantener relaciones con personas de confianza, en las que históricamente has buscado asesoría. Al mismo tiempo, no olvides desarrollar relaciones con nuevos mentores que puedan brindar una perspectiva diferente.

Evaluar circunstancias personales

Los cambios en la vida a menudo nos obligan a volver a priorizar las metas que establecimos anteriormente. Tu objetivo profesional es una convergencia de deseos intelectuales y necesidades personales. Poner demasiado énfasis en un área puede forzarte a arrepentirte en otra parte más adelante, especialmente cuando persigues un alto cargo. Evalúa cuidadosamente el equilibrio necesario para satisfacer todas sus necesidades y guía tu viaje profesional en consecuencia.

Sé específico acerca de tus metas

"Quiero ser CEO" puede ser un buen objetivo, pero deberías poder responder por qué o qué tipo de líder quieres ser. Esto aclarará tus objetivos; por ejemplo, ¿deseas liderar una organización de ventas global debido a tus sólidas habilidades de desarrollo de negocios y conocimientos en muchos mercados diferentes?

Así, más allá de buscar una posición directiva solo por tener un mayor status, lo importante es conocerte, analizar qué quieres de tu vida profesional, dónde quieres llegar y si esa ambición está alineada con lo que esperas de tu vida personal.