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Hoy, más que nunca, la redefinición del talento pasa por el desarrollo de nuevas habilidades tecnológicas, las cuales son cada vez más demandadas por las empresas. Esto no solamente sucede en los procesos de selección, sino que también es habitual que las compañías valoren en mayor medida a los profesionales que cuentan más capacidad para enfrentar los actuales retos laborales.

Así, las nuevas generaciones que están accediendo al mundo del trabajo, como los centennials; y quienes llevan poco tiempo insertos en él, como los millennials, tienen la ventaja competitiva de ser nativos digitales, lo que les brinda mayor facilidad a la hora de aprender y trabajar con herramientas innovadoras, simplificando y acelerando los procesos productivos que llevan a cabo.



Al respecto, Miguel Jatib, coordinador de TI de Randstad, señala que para nadie es una novedad que desde hace algunos años la tecnología no para de evolucionar y que es una tendencia que se viene fuerte, especialmente en las organizaciones. “Es importante seguir su ritmo para no quedarse atrás. De hecho, solo por hablar del área de Recursos Humanos, actualmente se están implementando bots con la finalidad de bajar la carga de trabajo de los profesionales de Capital Humano, centrándose en funciones estratégicas.

Es ahí cuando este tipo de herramientas da la posibilidad de reinventarse y destinar el tiempo a tareas más valiosas. Para potenciar el negocio, ganar eficiencia, productividad, flexibilidad e innovación es necesario ir automatizando tareas repetitivas para que las personas agreguen valor a la empresa en otras funciones.

Por esta razón, los empleados no deben ver la tecnología como una amenaza, sino más bien como una transformación de la fuerza de trabajo, en donde poco a poco irán apareciendo nuevos puestos con mayor foco en la investigación y la explotación de la información. Así, habilidades como el análisis de datos, la toma de decisiones, la solución de problemas, el pensamiento creativo y la comunicación efectiva serán habituales en el currículum de los candidatos”, asegura el experto.



En este sentido, el ejecutivo agrega que es fundamental realizar inversión en formación continua, tanto la que puedan hacer los trabajadores por cuenta propia, como la que puedan entregar las empresas. Sin embargo, hoy en día no existe consenso respecto a cómo se llevarán a cabo estas mejoras y surge la pregunta ¿deberían invertir más las organizaciones en su fuerza laboral actual o contratar personas que tengan estas habilidades adquiridas?

De acuerdo al Workmonitor de Randstad, 68% de los empleados en Chile se está capacitando por su cuenta en temas de inteligencia artificial, debido a que su compañía no proporciona formación en este campo. “Y es que el ecosistema digital ha permitido la aparición del empleado 3.0.

Se trata de un perfil versátil, que aprovecha las ventajas que le proporciona la tecnología para ser más productivo, adecuándose a horarios flexibles y a trabajar desde distintos lugares, porque el uso de herramientas que permiten trabajar de manera remota ya forma parte del día a día en las empresas”, afirma.



Por un lado, almacenar los archivos en la nube facilita la comunicación y favorece la realización de tareas conjuntas desde la distancia. Sin embargo, paralelamente están surgiendo tecnologías más avanzadas que ya se postulan como una palanca más para revolucionar el mundo del trabajo.

“Una de ellas es la realidad virtual, a través de la cual un empleado puede simular tareas de manera detallada y así estar mejor preparado para completarlas en el mundo real; o la realidad aumentada, que resulta muy útil para crear proyectos y realizar pruebas o experimentos a partir de una situación real.

Asimismo, los drones están influyendo el mercado laboral facilitando muchos procesos gracias sus cámaras y sensores, que son una inmensa fuente de datos. Esto permite a los profesionales controlar un mayor número de variables y mejorar la precisión de sus tareas. Este tipo de herramientas ya se utilizan en áreas como la ingeniería, arquitectura, medicina, entretenimiento o educación. Lo que se conoce ahora es aún la punta del iceberg, ya que son tecnologías en desarrollo y sus aplicaciones y formas de uso se multiplicarán en el futuro”, acota.



Además de estar en sintonía con el entorno digital, Jatib agrega que es importante demostrarlo, lo que se consigue con una buena marca personal digital. Para ello, recomienda contar con un planning estructurado en el que queden reflejados los objetivos y las acciones a realizar.

“Un blog es un buen eje sobre el que articular la estrategia, por lo que es importante que sea de calidad a nivel de diseño y contenidos, aparte de ser constante en las publicaciones. El fin principal es la diferenciación y por ello es aconsejable centrarse en aspectos concretos buscando la especialización en un tema, para así ofrecer algo que no tenga el resto, siempre teniendo a las redes sociales profesionales como las principales aliadas”, puntualiza Miguel.

De esta forma comprobamos que la era digital es una realidad consolidada y que ofrece un universo cada vez más amplio de posibilidades en el ámbito laboral.