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 ‘Valores corporativos’ no es un término acuñado recientemente. Las empresas siempre se han sustentado en una forma de pensar y de actuar concreta, lo que ha definido sus principios de conducta, o lo que es lo mismo, sus valores. Lo que sí se plantea como novedoso es que los valores corporativos se están erigiendo como un atractivo laboral en las compañías. Los trabajadores buscan organizaciones que estén alineadas con sus principios de conducta, con su forma de pensar, de ser, de actuar.

Los empleados buscan más que un lugar de trabajo; buscan un sitio donde se sientan identificados. Por eso, cada vez más, las empresas son conscientes de la importancia de explicitar los valores que las caracterizan y componen su esencia corporativa. El resultado constituye una ventaja a tener en cuenta con respecto a sus competidores para fidelizar y atraer talento. Por ejemplo, el 84% de los millennials no aceptaría un empleo en una empresa cuyos valores no estuviesen en consonancia con los suyos, según KPMG.

Los empleadores, por su parte, tienden a prestar más atención a todas aquellas características del candidato que van más allá de las competencias y experiencias demostrables a través de un CV. 

Definición de valores, ¿cómo transmitirlos?



Se puede decir que los valores son convicciones profundas que determinan la forma de actuar y de pensar, por lo tanto, otorgan características que ayudan a definir a aquellos que los poseen. Para las empresas, los valores son la carta de presentación que rige el ADN corporativo y, en consecuencia, los profesionales que en ellas trabajan están más comprometidos con la causa si la comparten.

Sin embargo, esta complicidad es muy difícil que exista sin una buena transmisión que ayude a conseguir el éxito y la promoción de los valores corporativos en todo el equipo. Para empezar, los valores han de estar bien definidos para que lleguen con claridad a los receptores, huyendo de la subjetividad del individuo para evitar la libre interpretación.

Las plataformas internas, de formación o el e-learning son un buen canal para transmitir el mensaje para aquellos que ya forman parte del equipo. Una alternativa para las nuevas incorporaciones es aprovechar el tiempo de las entrevistas de selección para remarcar la cultura corporativa. 

Lo que esperan las empresas de los profesionales



Ya que los valores son el motor que pone en marcha la cultura corporativa, es natural que se tienda a buscar aquello que más similitudes tenga con la propia identidad. En general, el compromiso, la responsabilidad, la iniciativa, la honestidad, la superación, el optimismo, la lealtad y el respeto son todas las características más valoradas hoy en día por las empresas, según el primer informe de valores de Randstad.

En él han participado más de 1.200 responsables de recursos humanos que han respondido a la encuesta sobre los valores que buscan las empresas en sus profesionales y los valores que realmente tienen los trabajadores en sus organizaciones, y más de 7.800 profesionales de todos los sectores y áreas funcionales, que han dado su visión sobre sus propios valores personales y sobre los de sus compañeros y jefes en sus empresas.

Por su parte, los valores que más ofrecen los profesionales son la responsabilidad (65%), el compromiso (63%), la superación (45%) y la honestidad (44%). Dicho esto, hay que tener en cuenta que los valores son cambiantes como lo es la propia evolución de la empresa, en consecuencia, es inevitable que existan ciertos desajustes entre lo que buscan las empresas y los valores que tienen sus empleados, futuros o en plantilla. Es por esto que a la hora de transmitirlos, se debe involucrar a todos los grupos de interés de la organización. Pero, ¿qué se puede hacer para transmitir y fortalecer los principios corporativos?

– Reuniones informales dentro o fuera del lugar de trabajo

– Conferencias

– Jornadas de sensibilización

– Elementos que formen parte de la vida diaria de trabajadores (carteles, flyers,…) 

El papel de la innovación



Cuando los valores se han establecido y transmitido de manera exitosa, todos los que forman parte de la vida de la empresa pueden trabajar por un objetivo común en pos de la productividad y el orgullo de pertenencia. No obstante, la innovación, algo innato en la evolución empresarial, genera cambios que, en ocasiones, puede hacer tambalear las columnas deontológicas.

El tandem valores-innovación ha de desarrollarse en paralelo ya que se sustenta gracias a las personas con talento y motivación que trabajan en torno a una visión de negocio. Son muchas las propuestas válidas para reinventar la función de recursos humanos, a continuación unas ideas:

– Apoyar iniciativas de employer branding

– Formar, desarrollar del talento interno

– Actualizar la tradicional evaluación de desempeño

– Apostar por nuevos enfoques tecnológicos

– Fortalecer la comunicación corporativa

– Uso de buenas prácticas en la gestión de talento

– Fomentar la nueva generación de líderes

– Empoderar a los empleados

– Activar iniciativas que ayuden a evitar la desigualdad generacional dentro de la compañía 

Por lo tanto, los valores que generan cultura desde el modelo de la innovación son claves para destacar entre la competencia y, así, poder atraer talento que se identifique con la marca. Como pilares, las organizaciones deben promover y divulgar constantemente sus valores para que los profesionales puedan ponerlos en práctica cada día, sea cual sea su puesto de trabajo, a través de conductas y acciones corporativas que faciliten la cohesión del equipo.