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De acuerdo a la edición del tercer trimestre de 2018 del Workmonitor, estudio de tendencias de Randstad; la satisfacción de los chilenos con su actual empleador subió 3 puntos porcentuales (pp) respecto al mismo periodo de 2017, alcanzando 72% de trabajadores satisfechos o muy satisfechos con su empleo versus 69% hace 12 meses; lo que representa una de las cifras más altas obtenidas en este aspecto desde que se realiza el estudio en 2010, a excepción del último quarter de 2017, cuando llegó a 73%.

Así, actualmente Chile ocupa la posición número 14 entre 34 países, en misma posición con Rumania, subiendo 5 ubicaciones en el ranking global en un año, cuando se instaló en el lugar 19 en la escala mundial. Asimismo, el país escaló 2 puestos en comparación al trimestre inmediatamente anterior, momento en el que también obtuvo 72% de empleados muy a gusto con su actual trabajo. 

Al analizar los resultados es necesario mencionar que la investigación se realizó entre personas que, al momento de la toma de datos, cuentan con un empleo asalariado y desempeñan funciones por un mínimo de 24 horas a la semana; lo que podría incidir en este indicador, sobre todo considerando que el desempleo en el país aumentó.

Esto porque una situación incierta en el mercado laboral, con sueldos estancados y la confianza del consumidor cayendo a su menor nivel en 2018, naturalmente podría provocar un alza en la satisfacción de aquellas personas que sí poseen un trabajo. Lo positivo es que cuando el actual panorama económico se regularice, el porcentaje de personas a gusto con su actual empleo debería seguir creciendo.

De todas formas, hay que tomar estos resultados como una muy buena noticia para las compañías, ya que debido a la continua y creciente competencia que existe en el mundo empresarial para atraer y retener talento, finalmente las organizaciones se están dando cuenta de que si bien la clave de toda empresa es generar valor para sus clientes, éstos no son los únicos que ejercen una notable influencia en la reputación de la organización, sino que también los empleados pueden convertirse en los mejores embajadores de la marca.

En esta línea, durante los últimos años ha surgido el Employee Journey Map, una estrategia que se ha transformado en una pieza fundamental para mejorar la gestión del capital humano y de la marca empleadora en cualquier compañía, permitiendo mejorar la experiencia, el compromiso, el sentido de pertenencia y la productividad de los colaboradores, además de dar la posibilidad de apostar por conseguir a los mejores profesionales del mercado.

De esta forma, han ido quedando atrás los periodos en los que Chile no subía de 60% en satisfacción laboral, como el último trimestre de 2010, cuando el país apenas llegó a 57%, una cifra históricamente baja. Ahora, y desde hace un par de años atrás, la tendencia apunta a conseguir resultados por sobre el 65%; sin embargo, no obstante los esfuerzos, aún estamos lejos de los primeros lugares del ranking, cetro que en esta edición de la investigación es ocupado por México (82%), seguido por India (81%), y Estados Unidos (80%).

Así, y para seguir creciendo en este indicador, la ejecutiva recomienda implementar estrategias que permitan mapear la experiencia de los empleados a través de un análisis completo y detallado, es decir, representar gráficamente todas las etapas por las que el colaborador pasa en la organización, con la intención de conocer cómo se siente y cuáles son sus inquietudes y necesidades en cada momento de la relación con la marca. Con este método los departamentos de Recursos Humanos podrán optimar su gestión, mejorando el ambiente laboral y la reputación corporativa, minimizando la tasa de rotación y ausentismo; y contribuyendo en los procesos de marketing de recomendación.

Igualmente, vale la pena mencionar que hay naciones que están bastante más atrás que Chile en esta materia, como Japón, con solo 44% de colaboradores a gusto con su actual empleador, seguida por Hong Kong, con 46%; y finalmente por Singapur, con 58%. 

Búsqueda activa de un nuevo empleo

Según el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desocupación nacional del trimestre junio-agosto 2018 subió a 7,3%, con una variación anual de 0,7 puntos porcentuales (pp.) en doce meses; mientras que en la Región Metropolitana esta cifra alcanzó 7,9%, aumentando 1,5 pp. en un año; incremento que de acuerdo a fuentes oficiales se debe principalmente a que hay más personas buscando trabajo. No obstante, según el Workmonitor, durante el tercer trimestre de 2018 el porcentaje de trabajadores demandando activamente un nuevo empleo cayó a 14.8%, 0.7 pp. menos que el trimestre inmediatamente anterior y 1.5 pp. menos que hace un año.

Incluso, la cifra es una de las más bajas si miramos los datos en retrospectiva hasta el primer periodo de 2015 y está lejos de llegar a los cerca de 18 pp. que este indicador alcanzó durante el primer quarter de este año y el tercero de 2016.

Donde sí podemos encontrar una relación, es que los trabajadores más activos en la búsqueda de nuevas oportunidades laborales se encuentran entre los 35 y 44 años, con 23%; dos puntos más que hace doce meses atrás; tramo de edad en el que se concentra un gran número de la fuerza de trabajo.

Los siguientes rangos etarios más activos en la indagación de un nuevo puesto son los de 45-54 y 55-67 años, ambos segmentos con 14%; luego los trabajadores entre 25 y 34 años, con 11%; finalizando con aquellos entre 18 y 24 años. En cuanto a género, 17% de los hombres dice estar buscando nuevas alternativas laborales; mientras que en las mujeres este número llega solo a 12%.