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Por María Viver, directora de la Fundación Randstad



La sociedad, la cultura y los valores han sufrido una gran transformación a lo largo de las últimas décadas y este cambio se ha extendido al mercado laboral, en el cual la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y las políticas sociales han ganado importancia tanto para profesionales como para empresas. La conciencia social, la ética y las buenas prácticas son tres pilares sobre los que se están estructurando las compañías y los trabajadores. Por este motivo, el currículum social está ganando adeptos en el mercado laboral.



Hay una relación directamente proporcional entre el éxito laboral y la dedicación de parte del tiempo libre a ayudar a los demás, aumentando las opciones o posibilidades del desarrollo, ya que este tipo de actividades permite desarrollar nuevas competencias, como capacidad de adaptación, liderazgo o trabajo en equipo, las cuales pueden ser trasladadas al ámbito laboral.



Uno de los retos a los que se enfrentan estas acciones sociales y de voluntariado es el reconocimiento de estas competencias adquiridas gracias a su práctica, y, actualmente, existen diversos proyectos con este fin. En España, contamos con diversas plataformas para validar esas competencias.

Los voluntariados corporativos se reafirman dentro de las organizaciones 

Dentro de las compañías, la Responsabilidad Social Corporativa, entendida como la contribución activa y voluntaria a la mejora social, económica y ambiental por parte de las empresas, ha adquirido gran importancia haciendo que las organizaciones estén más comprometidas con la sociedad y demanden trabajadores con el mismo grado de compromiso social implementado entre otras iniciativas el voluntariado corporativo.

La visión del empresario ante un trabajador implicado en asuntos solidarios mejora exponencialmente. Formar parte de alguna asociación no lucrativa, colaborar con alguna ONG, trabajar en causas humanitarias o llevar a cabo acciones de manera altruista, son fortalezas que pueden ayudar a conseguir un puesto de trabajo, haciendo que ese currículum destaque respecto al resto. Estas actividades enriquecen a nivel personal y profesional. Se adquieren unas competencias y habilidades complementarias a la experiencia laboral. Todos los implicados en estas causas ganamos con acciones de voluntariado, ya que contribuimos a realizar un bien por la sociedad, crecemos como persona y demostramos compromiso y solidaridad.



Fundación Randstad y Bankia forman a más de 200 profesionales en disciplinas sociales

Además de las iniciativas puestas en marcha por gobiernos e instituciones públicas, la empresa de ámbito privado también tenemos gran responsabilidad a la hora de continuar fomentando la importancia de las acciones sociales.



En nuestro caso, desde 2013, Fundación Randstad colabora en el proyecto Enseña Lo Que Sabes, programa de Voluntariado Corporativo de Bankia, cuyo objetivo es la transmisión de conocimiento, principalmente educación financiera, además de otras temáticas como coaching, emprendimiento o redes sociales. Se trata de información valiosa que ayuda a las personas con discapacidad y en riesgo de exclusión a mejorar sus habilidades en la búsqueda de empleo y en el desempeño laboral.



Durante de los siete primeros meses del año, 29 profesionales de Bankia han participado en este voluntariado, impartiendo 48 talleres y formando a más de 200 personas con situaciones de vulnerabilidad importante.



Tal y como muestran estas iniciativas, la importancia de la RSC dentro de las empresa y del currículum social ha aumentado de manera exponencial durante los últimos años. Las empresas e instituciones tenemos que impulsar que estos nuevos pilares rijan el comportamiento de las compañías y profesionales.