blog_image_EE4A5B59-4079-40F7-AA5F-2EAA597A4900.jpeg
blog_image_EE4A5B59-4079-40F7-AA5F-2EAA597A4900.jpeg

A primera vista, el avance de las tecnologías y la creciente inversión de las empresas en la adopción de sistemas cada vez más complejos y sofisticados para agilizar todo tipo de procesos, no ha influido  de manera negativa en la percepción de los profesionales en Chile.

De hecho, de acuerdo a la última edición del Workmonitor, estudio trimestral de Randstad, 86% de los encuestados señala que ve como una oportunidad el creciente impacto de la automatización en su empleo, cifra superior al promedio global, que alcanza 74%.

Pero no solo eso. 68% cree que la robótica y la inteligencia artificial (IA) tendrán efectos positivos en su trabajo durante los próximos 5 o 10 años, porcentaje que supera la media internacional (59%). Si bien, por una parte, es alentador saber que las personas están abiertas a recibir los avances tecnológicos de buena manera; por otra, igualmente es necesario hacer un doble clic en la realidad del país y asumir que la capacitación es un tema indispensable en esta materia.



Precisamente en Chile, como en el resto del mundo, la introducción de internet y de sistemas informáticos ha creado un panorama de cambios permanentes, en el que tanto empresas como trabajadores deben actualizarse respecto a las nuevas tendencias.

Y sí, frente a este panorama, efectivamente existe un porcentaje de profesionales para quienes el desarrollo de las TIC ha traído consigo la preocupación constante por la extinción de determinadas tareas, sobre todo considerando que solo quienes logren adaptarse a este nuevo paradigma y tengan las competencias necesarias para enfrentar el cambio, estarán capacitados para acceder a las mejores opciones laborales que ofrece el mercado.

Así, 86% de los trabajadores dice que desea adquirir más habilidades digitales para garantizar su empleabilidad en el futuro, ubicándose por sobre el promedio global (80%) y en la posición número siete del ranking global, entre 34 países.



Esto se da porque a medida que la transformación digital remodela las industrias, los profesionales están cada vez más conscientes de que la capacitación es la forma de mantenerse vigente y la mayoría reconoce que necesita desarrollar skills relacionadas con este campo para evitar volverse invisible a los ojos del avanzado mundo digital. Incluso en los rubros más analógicos, los trabajadores se están dando cuenta de que la formación es clave para conservar su empleo en una economía en rápida evolución.

De hecho, 50% afirma que esta tendencia los obliga a ganar un conjunto de conocimientos que anteriormente no poseían; sin embargo, quién dirigirá este esfuerzo sigue siendo objeto de debate. Hoy en día no existe consenso respecto a cómo se llevarán a cabo estas mejoras, lo que seguramente se convertirá en una pregunta crítica para el mundo del trabajo.

Con muchas compañías tratando de encontrar a los talentos más idóneos, ¿deberían invertir más en su fuerza laboral actual o contratar personas que tengan estas habilidades adquiridas?



De acuerdo al Workmonitor, 68% de los empleados en Chile se está capacitando por su cuenta en temas de inteligencia artificial, debido a que su empresa no proporciona formación en este campo. No obstante, este sentimiento no es universal, por ejemplo, en India, 85% de los colaboradores está invirtiendo en esta área, pero solo un tercio (36%) lo está haciendo en Japón.

Ante esta disparidad, vale la pena preguntarse si las compañías están completamente preparadas para recibir de buena forma el impacto organizacional que trae la automatización y los requisitos de un mundo digital. Para aquellos empleadores que anticipan un papel cada vez más relevante de la tecnología en los próximos años, es vital que también comprendan que deben mantener a los trabajadores actualizados e informados sobre lo que esto significa para ellos.

Asimismo, el departamento de recursos humanos y quienes toman las decisiones tienen que entender cuál el estado actual de su fuerza laboral y cómo podría verse afectada por esta tendencia, ser honesto sobre los planes futuros en cuanto al uso de nuevas herramientas, involucrar a los trabajadores en la planificación para que se sientan parte del proceso y, por sobre todo, fomentar el aprendizaje y la adaptabilidad, porque si bien la tecnología tiene el potencial de asumir algunas tareas rutinarias, los trabajadores pueden adquirir habilidades únicas, que los robots no pueden replicar, como la comunicación, el liderazgo y el servicio al cliente.



De esta forma, para potenciar el negocio, ganar eficiencia, productividad, flexibilidad e innovación sin dejar de lado el toque humano, es necesario ir automatizando labores repetitivas para que las personas agreguen valor a la empresa en otras funciones.

Por esta razón, es importante que los empleados no vean la tecnología como una amenaza, sino más bien como una transformación de la fuerza de trabajo, en la cual poco a poco irán apareciendo nuevos puestos con mayor foco en la investigación y la explotación de la información.

En efecto, seguramente habilidades como el análisis de datos, la toma de decisiones, la solución de problemas, el pensamiento creativo y la comunicación efectiva serán habituales en el currículum de los candidatos. 



Entonces, ¿cómo deberían los empleadores y los empleados prepararse mejor para los cambios del futuro? Las compañías pueden comenzar teniendo una visión clara de cómo se transformará su organización. Es una reflexión que los líderes de capital humano necesitan hacer para llevar a cabo adecuadamente la planificación de la fuerza laboral y desarrollar una estrategia de capacitación efectiva.

Para los trabajadores, el concepto clave es el aprendizaje continuo. Las industrias se están transformando rápidamente, por lo que la amenaza de la tecnología y la automatización es real para aquellos que no están dispuestos a seguir actualizando sus conocimientos.

Sin embargo, aquellos que se adapten, no solo sobrevivirán, sino que también tendrán oportunidades para prosperar y avanzar hacia mejores opciones. Con el enfoque correcto, las organizaciones podrán garantizar que su personal se continúe desarrollando y que entregue tanto o más valor que cualquier sistema tecnológico.

¿quieres más información sobre alguno de nuestros servicios?