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En un artículo para Women Powering Business, Heather Huhman escribió que está bien no aspirar a ser el "jefe". Ella señala que "el papel de un ejecutivo no es adecuado para todos", pero eso no tiene nada por lo cual avergonzarse. Mientras que los papeles de liderazgo son altamente elogiados, Heather sugiere que hay desventajas significativas en la vida en la cima.

Tomando decisiones difíciles

Ser portador de malas noticias, como retroalimentación crítica, negar solicitudes y despedir a la gente, es parte de ser un líder empresarial. Heather escribe que el cargo requiere un tipo de personalidad que sea apta para tomar decisiones difíciles y vivir con ellas. Puede haber repercusiones negativas en estas decisiones que un líder debe saber navegar para mantener su autoridad.

Cuando un esfuerzo de negocio falla o un equipo es defraudado, la culpa siempre recae sobre el encargado. Incluso si la decisión o el esfuerzo de los empleados, el liderazgo es responsable de todas las acciones de la empresa.

La vida en el spotlight

Como jefe, no se es parte de la cultura de oficina normal, sino que muchas veces es visto (y tratado…) como una cuasi-celebridad. Esta posición corre el riesgo de ser escudriñada y ridiculizada, especialmente al tomar las decisiones difíciles. Los rumores de pasillo pueden ser molestos y frustrantes cuando se trata de liderar una organización.

Heather concluye: "Esto no quiere decir que ser ejecutivo no tiene sus ventajas o que es un lugar horrible, pero simplemente señalando que el papel de 'jefe' no es la taza de té de todo el mundo". Mientras que trazas su carrera profesional, considera qué tipo de cargo es en última instancia correcto para ti.