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Cuando se piensa en las habilidades más importantes que se deben desarrollar para una fuerza de trabajo global, la resiliencia ¿es una de ellas? Si no es así, ¿por qué no? 

La resiliencia es lo que las empresas necesitan para anticipar y responder a los cambios que se avecinan. Implica que tanto empresas como trabajadores tienen que desarrollar la habilidad de adaptarse, así como también, la capacidad de volver a levantarse después de una caída. 

Las empresas deben ser resilientes para adaptarse a lo que el mercado mundial está demandando. Si no, es fácil quedarse atrás. La resiliencia no se trata de nunca fallar; se trata de evaluar los fracasos y aprender de ellos para ayudar que el negocio prospere. 

Importancia para la gestión de riesgos 

La resiliencia es uno de los factores más importantes que afectan a la gestión de riesgos. Andrew Zolli, co-autor de 'Resilience: Why thing bounce back', ha dicho que ahora es esencial para las empresas “ser más ágiles - no sólo para enfrentar los riesgos que conocemos, sino para hacer frente a los que no vemos venir”. 

Cuando desarrollas la estrategia de gestión de contingencias, se presenta la oportunidad de echar un vistazo a cómo puedes mejorar los programas de desarrollo de talento y la resiliencia de tu empresa. El establecimiento de una serie de estrategias para aumentar la capacidad de resiliencia dará lugar a un aumento de la capacidad de responder positivamente ante los desafíos. 

Saber exactamente lo que tendrás que hacer en diferentes circunstancias puede aumentar tus posibilidades de sobrevivir a problemas frecuentes, lo cual es algo que todas las empresas deben pensar en un mundo de hacks de datos de alto perfil y de denuncia de irregularidades. Al no ser consciente de todas las amenazas potenciales de tu negocio, quedas en riesgo de no ser capaz de superarlas cuando surjan. 

Centrarse en el individuo 

El fomento de la capacidad de resiliencia de forma individual con tus empleados, será un largo camino que ayudará a tu compañía a soportar cualquier problema que inesperadamente surja. Así que vale la pena considerar diferentes maneras de incentivar que tus trabajadores estén preparados para hacer frente a posibles cambios y reestructuraciones de la organización, algo que en el mundo está pasando con más frecuencia.

Debes animar a tus empleados para aumentar su capacidad de recuperarse siendo tú mismo el ejemplo. Asegúrate de que tus equipos de liderazgo estén mostrando su propia capacidad de resiliencia frente a los desafíos, para que los demás empleados se inspiren en ellos. 

Más allá de los programas de desarrollo, una cosa que puede hacerse sin mucho esfuerzo es asegurarte de que tu fuerza de trabajo se sienta apoyada. Si alguien está teniendo un día difícil en el trabajo, déjales sabes que tu puerta siempre estará abierta para apoyarlos. Esto puede aumentar la capacidad de resistencia individual y ayudar a mantener su productividad. 

Mantener a todos comprometidos 

De acuerdo con Alison Taylor, director de Business for Social Responsibility (BSR) , “la construcción de una cultura corporativa resiliente es una excelente inversión”. Destacando la importancia de la capacidad de recuperación en un mercado global, ella afirmó que operar a través de “zonas horarias, geografías y líneas de productos” ha dado lugar a “un enfoque en matrices de organización y responsabilidad compartida”. 

Continúa diciendo que esto realmente puede ayudar a fomentar la capacidad de resistencia dentro de las empresas, ya que aumenta la cooperación y los flujos de información. Esto significa que a fin de que las empresas siguen siendo competitivas a nivel mundial, tienen que asegurarse de que sus organizaciones son tan resilientes como las demás. 

La Sra. Taylor también añadió que las culturas corporativas resilientes “complementan los beneficios de la responsabilidad compartida y autonomía con un claro entendimiento de las responsabilidades de cada empleado para manejar riesgos individuales y reportar problemas”. 

La resiliencia frecuentemente se deriva de la potenciación de la autonomía y la fidelización en el ambiente de trabajo. Los empleados comprometidos invierten más dedicación en sus funciones y en los objetivos de la empresa, lo que significa que es más probable que quieran recuperarse después de un problema y asegurar que la compañía también se recupere. 

La creación de una fuerza de trabajo resiliente no se genera de la noche a la mañana, pero las empresas verán ventajas reales si invierten en capacitar en esta habilidad a sus empleados. Para mantener la competitividad, es vital que sus empleados sean capaces de soportar y hacer frente a cualquier problema que surja.