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No se trata de un fenómeno nuevo, estos jóvenes han existido a lo largo de todas las generaciones. Sin embargo, el término “Sisi” es relativamente novedoso: es así como se denomina a los jóvenes profesionales que estudian y trabajan a la vez (sí estudian, sí trabajan).

Este colectivo es más numeroso cada año. En cifras absolutas, un total de 2,27 millones de personas compaginan su empleo con estudios. De ellos, el 34,3% son jóvenes menores de 25 años. Si nos fijamos en el perfil de personas que estudian y trabajan a la vez, son, mayoritariamente, trabajadores que ya cuentan con un nivel formativo elevado: casi 2 de cada 3 personas que estudian y trabajan al mismo tiempo ya cuentan con una titulación superior (1,44 millones de personas).

Las personas jóvenes que compaginan su formación con una actividad laboral suelen tener un perfil muy similar. Poseen un gran sentido de la responsabilidad y tienen sus objetivos bien definidos. Son profesionales que se esfuerzan en el trabajo duro para conseguir sus metas. Han aprendido a organizarse para exprimir al máximo las 24 horas del día. La gran mayoría se decantan por un trabajo a jornada parcial para poder ocupar la otra parte del día con sus estudios, que pueden ser tanto presenciales como a distancia.

Sin embargo, también hay quienes optan por un trabajo a jornada completa que compaginan con una formación online. Hay que tener en cuenta que los estudios no sólo consisten en acudir día a día a una clase, sino que también requiere un determinado tiempo para la preparación de los exámenes, trabajos y hacer los deberes necesarios.

La gestión del tiempo es el factor más importante para estos jóvenes. Existen infinidad de métodos organizativos, como el método Kanban o el Lean Time Management, que ayudan a optimizar el tiempo y aumentar la productividad. Una de las claves para poder enfrentarse a tantas tareas a lo largo del día se encuentra en un descanso adecuado. Dormir las horas suficientes y aprender a desconectar un rato todos los días favorecerá disponer de un estado mental y físico idóneo para afrontar el reto de trabajar, estudiar y tener tiempo para el ocio.

No sólo los jóvenes han asumido este papel, sino que también se observa un aumento muy considerable en los trabajadores mayores de 45 años. Desde 2006, la cifra de profesionales senior que se están formando ha crecido un 16%. En 2017 ya se contaban casi 700.000 trabajadores mayores de 45 años que combinaban su formación con una actividad laboral.

Esta decisión se toma, en muchas ocasiones, como forma de reciclarse profesionalmente y para adaptarse al nuevo entorno laboral en el que se encuentran. Por otra parte, muchos padres y madres optan por retomar estudios que no pudieron completar en su juventud, aprovechando que sus hijos ya son independientes. 

La generación obligada a formarse continuamente

Como consecuencia de las necesidades que tienen las nuevas empresas, la formación continua es imprescindible para el desarrollo profesional, así lo considera el 97% de los trabajadores, según datos de Randstad Workmonitor.

¿Sabes quiénes son los knowmads? Este nuevo término surge directamente desde esta evolución del mundo laboral y se refiere a aquellos profesionales cuyo valor añadido es el conocimiento. Estos perfiles dominan las nuevas tecnologías y las redes sociales con facilidad, son creativos y solucionan problemas de forma imaginativa. Todas estas virtudes hacen que las empresas busquen con vehemencia este tipo de talento.

Según informa la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), los estudios superiores tienen una gran relación con la empleabilidad: la tasa de empleo para aquellos que tienen estudios de Grado es del 78%; con un máster, sube hasta el 81%, y, en el caso de contar con un doctorado, llega al 90%. En el lado contrario de balanza vemos cómo los empleos de baja cualificación solo representarán el 2% del mercado laboral, según Randstad Research.

Por este motivo, contar con la formación adecuada es realmente útil para conseguir una buena posición en el mercado laboral. Pese a que la gran mayoría de estos profesionales se quedan en Chile, no hay que olvidar que una gran parte de la población juvenil ha emigrado o está dispuesto a emigrar a otros países. Los jóvenes que se marchan realizan exactamente la misma dinámica de trabajar mientras estudian. Muchos jóvenes graduados se van fuera para especializarse, con distintos másteres o cursos especializados en su sector profesional. Al mismo tiempo lo compaginan con un empleo, que les ayuda tanto a pagarse los estudios como a adquirir experiencia para su carrera laboral. 

¿Qué valoran en una empresa?

Los jóvenes ‘sisis’ van ganando poder a la hora de ser seleccionados por las empresas, que desean tener en sus equipos a personas responsables, asertivas y con metas claras. Es por ello que los candidatos están empezando a ser más selectivos a la hora de decantarse por una empresa.

El salario y la estabilidad ya no son las únicas variables que se buscan en una empresa. Por el contrario, los jóvenes profesionales tienen otras aspiraciones. En este aspecto, la Responsabilidad Social Corporativa es un elemento muy valorado por los empleados, que desean trabajar en compañías que respeten el medio ambiente y realicen acciones sociales de diversidad e inclusión. El sentido de pertenencia a la empresa y el buen ambiente de equipo también son variables que tienen mucho peso a la hora de elegir un trabajo. Los jóvenes también cuentan con aspiraciones internacionales, por ello, la probabilidad de desarrollarse y continuar su carrera en otros países adquiere un gran valor.

Concretamente, los profesionales que, además, se encuentran cursando una formación, demandan que exista una política flexible en cuanto a horarios. La conciliación por parte de las compañías es clave para aquellos empleados que están estudiando, para que puedan sobrellevar el ritmo sobre todo en épocas de exámenes.

El aumento de jóvenes chilenos que pertenecen a la generación Sisi ha ayudado, por otra parte, a romper los prejuicios de que los millennials son perezosos o superficiales. Es evidente que se está formando una generación de grandes trabajadores, que no tienen miedo de emprender nuevos caminos para conseguir el futuro que desean.

Y tú, ¿perteneces a la generación Sisi?