Un CV original y con gran potencia visual supone un valor diferencial con respecto a una hoja de vida convencional, y te permite destacar por encima del resto de aspirantes. Empleando un formato digital, además, puedes demostrar tus habilidades tecnológicas.

Teniendo en cuenta que un CV puede llegar a valorarse en menos de 10 segundos, presentar la vida laboral de forma atractiva es imprescindible para causar una buena primera impresión. En este sentido, el dinamismo y la sencillez se imponen a los currículums complicados de leer y entender.

Decantándote por un currículum diferente también muestras tu versatilidad, una competencia imprescindible en la actualidad. Y es que ser capaz de adaptarse a los cambios y de gestionar correctamente la incertidumbre en esta época de transformación digital es elemental para las empresas. A ello hay que sumarle la creatividad, una de las competencias más demandadas en 2020 según el informe ‘La digitalización: ¿crea o destruye empleo?.

¿Por dónde empezar? Lo primero es plantearte qué tipo de CV digital quieres hacer. 

Tipos de CVs para diferenciarte

Dependiendo del sector en el que quieras trabajar, necesitarás un tipo de CV u otro. Aquí te detallamos algunos de los más destacados:

1. Videocurrículum: en él, los profesionales de la comunicación pueden demostrar sus habilidades comunicativas y su capacidad para generar un storytelling de calidad, requisitos indispensables para este tipo de posiciones. Para que sea efectivo, lo primero que se debe hacer es estructurarlo, definiendo el contenido a tratar en cada parte y redactando un guión. Antes de grabar, es fundamental ensayar lo que se va a decir para grabar el menor número de tomas posible y que no se pierda la naturalidad. El vídeo debe ser sencillo y directo y, sobre todo, mostrar en él los puntos fuertes,  transmitiendo profesionalidad. En cuanto a su duración, es aconsejable que no sea menor de 45 segundos y que no sobrepase el minuto y medio.

2. Currículum infográfico: gracias a la combinación de texto, imágenes y diseño, este CV aporta un gran atractivo; se puede usar de forma estratégica para subrayar y mostrar de un solo vistazo las fortalezas y puntos fuertes de cualquier perfil profesional. Por ejemplo, si quieres representar el conocimiento de idiomas de un modo original, con una infografía puedes resaltarlo a través de mapamundi de colores, usar estrellas para exponer las aptitudes en programas informáticos, emplear líneas temporales originales o llamativas para la experiencia laboral, entre otros.

3. Portfolio: dirigido a los profesionales creativos y relacionados con el arte como arquitectos, fotógrafos o modelos, el portfolio en línea permite mostrar los trabajos más destacados, siendo un complemento perfecto para el CV tradicional. En él, lo recomendable es priorizar la calidad en detrimento de la cantidad, incluyendo solo los mejores trabajos. Además, es imprescindible que siga la línea creativa de los proyectos que en él se presentan y poner la información de contacto a la vista.

4. Sitio web personal: en línea con el portfolio, una web propia, que incluya tu nombre en su dominio, puede ser un modo original para presentarte. Para hacer este currículum, que resulta idóneo, por ejemplo, para programadores informáticos, es imprescindible fijar el mensaje, cuidar el SEO y el copywriting. De este modo, cuando un profesional de RRHH te busque en Google, saldrás entre las primeras opciones y serás tú quien elija lo que quieres destacar de ti.

5. Videojuego: este CV permite al profesional de Recursos Humanos interactuar de una forma original. Existen algunos ejemplos célebres como el creado por Robby Leonardi o el de Alexander J. Velicky, un joven que invirtió 2.000 horas en crear una extensión del juego en el que quería trabajar.

6. Otros: a la originalidad no se le puede poner límites. Por ello, existen infinidad de CVs que se salen de lo establecido. Entre ellos se encuent ran, por ejemplo, la lista de Spotify elaborada por el publicista José María Díaz que “se lee y no se escucha” o la página de Amazon en la que el francés Philippe Dubost “se vendía” a sí mismo.  

La identidad virtual ya es parte del CV

La presencia en redes sociales y en blogs es también parte del currículum, por lo que debes incluir los enlaces en tu CV. Para ello, será necesario contar con una buena presencia online y, por tanto, trabajar en construir y optimizar tu marca personal. ¿Cómo hacerlo? Ante todo, debes mostrar una imagen propia, que te identifique y te haga diferenciarte del resto.

Aparte de LinkedIn, la comunidad más destacable en el ámbito profesional, existen otras redes que te podrán ayudar a generar la marca personal en entornos digitales. Fija una temática, especializada tus redes y no dudes en compartir contenidos innovadores e interesantes para tus seguidores. De este modo, además de consolidar tu marca personal, podrás ampliar tu red de contactos.

Un blog también es un elemento de gran importancia en el personal branding. Para aumentar tu comunidad y alcanzar a más individuos, participa como autor invitado en el portal de otros profesionales de renombre en tu sector. De esta forma, podrán leerte personas relacionadas con el puesto de empleo que buscas y tu nombre empezará a sonar entre aquellas personas que te interesan. De igual modo, es importante permanecer al día de lo que se comenta y debate en los grupos de LinkedIn o en foros de expertos.

En este contexto digital, lo mejor es tomar distancia del CV tradicional y utilizar la infinidad de herramientas disponibles para todo tipo de candidatos. Solo así podrás aumentar tus oportunidades laborales y diferenciarte. ¡El currículum es el punto de partida que marca el rumbo de tu vida profesional! 

Y tú, ¿has adaptado ya tu CV a la era digital?