En un mercado laboral altamente competitivo y cambiante, donde los trabajadores buscan más que estabilidad, la capacitación laboral se ha convertido en un pilar estratégico para las organizaciones. Ya no se trata de ofrecer cursos como un beneficio adicional, sino de construir una cultura de aprendizaje continuo que prepare a las personas —y a las empresas— para enfrentar los desafíos del futuro.
Según el Randstad Workmonitor 2025, más del 80% de los trabajadores en Chile cree que el desarrollo profesional es fundamental para sentirse satisfecho en su empleo. A su vez, un alto porcentaje afirma que estaría dispuesto a cambiarse de trabajo si otra empresa le ofreciera mejores oportunidades de capacitación.
Este escenario plantea una verdad contundente: capacitar ya no es un lujo, es una necesidad competitiva. Y las empresas que no lo comprendan, corren el riesgo de perder a su mejor talento.
Capacitación laboral y su importancia en la actualidad
El avance de la tecnología, la automatización, el crecimiento del trabajo híbrido y el cambio en las expectativas del talento están empujando a las organizaciones a transformarse. En este contexto, la capacitación cumple múltiples funciones estratégicas:
- Mejora la empleabilidad interna, preparando al talento para asumir nuevos roles o responsabilidades.
- Reduce la rotación laboral, al aumentar el compromiso y la satisfacción del equipo.
- Cierra brechas de habilidades, particularmente en áreas críticas como tecnología, datos, liderazgo y resiliencia.
- Potencia la innovación y la adaptación al cambio, elementos clave para sobrevivir en un entorno incierto.
Además, en Chile, muchas industrias están experimentando un proceso acelerado de reconversión. Desde la minería hasta los servicios financieros, pasando por logística, manufactura y retail, la demanda por perfiles capacitados crece cada año. Sin embargo, la oferta de talento especializado sigue siendo limitada.
El nuevo trabajador chileno: aprendizaje, propósito y crecimiento
Los trabajadores en Chile están adoptando un rol más activo en la construcción de su desarrollo profesional. El mismo estudio de Randstad muestra que:
- 46% de los encuestados afirma que abandonaría su trabajo si no hubiera oportunidades de aprendizaje y desarrollo que les permitieran garantizar el futuro de su carrera.
- Además, el 45% no aceptaría un trabajo sin la oportunidad de desarrollar habilidades a futuro en áreas relacionadas a la tecnología.
Por otro lado, desde la perspectiva del empleador, podemos concluir que:
- Nueve de cada diez profesionales de RR.HH. aceptan que es responsabilidad del empleador capacitar a los trabajadores.
- Sin embargo, el 58 % afirma que, si bien desea hacer un mayor esfuerzo para brindar capacitación, existe una falta de conocimiento organizacional para lograrlo.
Esto revela una clara desconexión entre lo que buscan los talentos y lo que muchas empresas aún están ofreciendo. Y allí surge una gran oportunidad para destacarse en el mercado: las compañías que logren alinear su propuesta formativa con las aspiraciones reales del talento, tendrán una ventaja competitiva contundente.
¿Qué tipo de capacitación esperan los trabajadores hoy?
Las personas ya no se conforman con formaciones genéricas, obligatorias o desconectadas de sus intereses. Buscan experiencias significativas, personalizadas y aplicables al contexto laboral real.
Las características más valoradas son:
- Flexibilidad: contenidos digitales, asincrónicos y autogestionados, que se adapten al ritmo de cada trabajador.
- Pertinencia: temáticas actualizadas y alineadas con los desafíos de la industria y del rol.
- Proyección: rutas de aprendizaje claras que les permitan crecer dentro de la empresa.
- Reconocimiento: certificaciones, badges digitales, o la posibilidad de postular a nuevos desafíos internos tras completar una capacitación.
¿Qué pueden hacer las empresas para mejorar su estrategia de formación?
Algunas de las mejores prácticas que hemos identificado en Chile y el mundo incluyen:
- Diagnóstico de brechas de habilidades: usar datos y análisis para identificar qué competencias necesitan los equipos para cumplir los objetivos del negocio.
- Mapeo de trayectorias internas: crear rutas de desarrollo claras para diferentes perfiles, incluyendo promociones horizontales y verticales.
- Inversión en plataformas LMS (Learning Management Systems): herramientas que permiten personalizar la experiencia de aprendizaje y medir el impacto real de las capacitaciones.
- Programas de reskilling y upskilling: enfocados en preparar al talento para los puestos del futuro y reducir la dependencia de contrataciones externas.
- Fomento del aprendizaje social: mentoring, coaching, comunidades de práctica y espacios de aprendizaje entre pares.
Capacitar es retener, transformar y liderar
La capacitación no solo mejora la productividad o los resultados financieros. También impacta en la marca empleadora, la satisfacción de los equipos y la sostenibilidad del negocio. Las empresas que entienden esto, no solo logran atraer al mejor talento, sino que también logran retenerlo, desarrollarlo y convertirlo en su principal ventaja competitiva.
En un país como Chile, donde el cambio es constante y los desafíos de empleabilidad son crecientes, la formación continua se posiciona como la respuesta más sólida para construir organizaciones resilientes, humanas y preparadas para el futuro.
¿Estás listo para llevar tu estrategia de capacitación al siguiente nivel?
Descarga el estudio Randstad Workmonitor 2025
Conoce cómo están evolucionando las expectativas de los trabajadores en Chile, qué valoran en términos de desarrollo profesional y cómo puedes convertir la capacitación en tu mejor herramienta para atraer y fidelizar talento.
Descarga aquí