No hay suficientes datos para determinar por qué los despidos afectan tanto, pero los investigadores lo relacionan con la importancia que se le otorga a trabajar, tener un buen empleo y contribuir, para tener sentido en la vida.Ivianne Morales, psicóloga y analista integral de Recursos Humanos en la consultora Randstad, concuerda con que el impacto tiene que ver con el significado que se le da al trabajo, mediante el cual la persona se siente útil. “Al perderlo, pierdo un poco de valor personal. Eso hace que sea uno de los procesos más importantes, porque el trabajo se asocia con la utilidad, significo o soy algo para la sociedad y cuando lo pierdo, toca el concepto que tengo de mí”, señala.De acuerdo a informes previos de What Works Centre for Wellbeing, el desempleo daña a la gente, independiente de su edad, género, educación, etnia o residencia. Estar sin trabajo es, de hecho, uno de los factores más importantes para el bienestar, con efectos negativos que van más allá de la falta de ingresos económicos.“La profundidad del proceso de duelo se vive de acuerdo al vínculo con lo que se perdió y el significado que se le dé a lo que se perdió”, dice Morales.El bienestar de los británicos, por ejemplo, vuelve a los niveles normales dos años después de perder una pareja y cuatro años después de la ruptura de una relación, señala el estudio. Pero al perder el empleo sigue declinando por más de cuatro años. Sobre todo en los hombres, aunque la psicóloga señala que hoy, con más mujeres trabajando, los afecta por igual.La revisión del What Works Centre for Wellbeing y la U. de East Anglia no profundizó en las diferencias entre quienes estaban contentos o no con su trabajo al ser despedidos, o quienes renunciaron.Pero impacta, asegura Morales. “Si el despido es repentino y se sentía a gusto, valorado, el proceso será más fuerte que una persona que ya lo veía venir y no tenía una relación tan satisfactoria”, señala la especialista.