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¿Alguna vez te has planteado cómo debes articular tu discurso de cara a una entrevista de trabajo? Evidentemente, en este tipo de situaciones, los entrevistadores no solo se fijan en la experiencia laboral y la formación de la persona que tienen enfrente, sino que el encuentro también sirve para conocer muchos otros aspectos, como la actitud, la comunicación no verbal o las reacciones generadas ante determinados imprevistos.



Así, la forma en la que nos expresamos juega un papel fundamental, ya que se desprenden más que palabras, razón por la cual es imprescindible comunicar los mensajes adecuadamente, poniendo atención en la elocuencia y la dicción.



¿Cuál es la mejor estrategia para enfrentar una entrevista?

Ser elocuente significa mantener la fluidez en un discurso, hablar con propiedad de tal forma de convencer al interlocutor de aquellas ideas que se pretenden trasladar. Cuando nos enfrentamos a una entrevista de trabajo, lo que buscamos es conseguir el puesto de empleo, por lo que todos nuestros esfuerzos deben estar orientados hacia ese objetivo.



A menudo, ya sea por nervios o por hábito, las personas recurren al uso de muletillas o expresiones coloquiales que pueden mostrar ciertas inseguridades, restar credibilidad e impedir la concentración del entrevistador, que pasará por alto las cuestiones realmente importantes.



Si bien no existe una estrategia perfecta aplicable a todo tipo de entrevistas, adoptar un registro correcto para cada caso puede influir de manera muy positiva a la hora de conseguir el empleo.



No obstante, debes demostrar profesionalismo (emplear adecuadamente palabras que pertenezcan a tu sector); ser amable y simpático; mantener en todo momento un tono positivo, asertivo y optimista; pensar cada pregunta cuidadosamente antes de responder; manifestar interés en el puesto y acudir preparado a la entrevista (buscar información sobre la empresa, a qué se dedica…). No olvides dejar hablar para que la conversación transcurra con normalidad, escucha atentamente y pregunta en caso de duda.



5 consejos para mejorar la comunicación en una entrevista de trabajo

Para mejorar la oratoria frente a una entrevista de trabajo, es necesario hacer una autoevaluación del lenguaje y las expresiones. A partir de ahí, y tras identificar todos aquellos aspectos susceptibles de mejora, podrás trabajar para alcanzar tus objetivos. ¿No sabes por dónde empezar? En Randstad te damos cinco consejos:

  1. Grábate: simula una posible entrevista con un amigo o familiar y grábala. Solo así podrás detectar posibles incoherencias y usos incorrectos del lenguaje para, posteriormente, trabajar en su perfeccionamiento.


  2. Identifica el uso de muletillas: suelen utilizarse para tomar un tiempo y pensar. Entre las más utilizadas se encuentran “bueno”, “¿no?” o “¿sabes?”. Analiza tu lenguaje y reconoce en qué momentos las utilizas (antes o al final de las frases) y trata de sustituirlas por pausas.


  3. Refleja una posición segura, elegante y decidida: trata de mantener una conversación distendida y evita caer en contradicciones. Es necesario que, antes de acudir a la entrevista, prepares muy bien el mensaje, seleccionando aquello que quieras destacar, cuáles son tus intereses y por qué te gustaría trabajar en esa empresa.


  4. Adopta un diálogo elocuente: que no tiene por qué ser culto o refinado, bastará con que sea correcto y se adapte al lugar (el tipo de empresa) y el momento. Tampoco caigas en el error de acudir a palabras genéricas y/o coloquiales; ni tomes al entrevistador por un amigo, por muy cercano o simpático que te parezca. No olvides dónde estás y para lo que has ido.


  5. Sé breve y específico: es necesario que respondas justo a lo que te preguntan, no te excedas ni intentes desviar la atención hacia otro tema. Tampoco es aconsejable repetir varias veces los mismos conceptos o ideas ni recurrir a generalidades.

A la hora de acudir a una entrevista de trabajo, debes tener en cuenta que te enfrentas a una nueva oportunidad laboral y que el objetivo de tu interlocutor no es otro que conocerte en profundidad. El lenguaje, entre otras cosas, es analizado al detalle por los profesionales de recursos humanos, que lo utilizarán para valorar si te adaptas, o no, al perfil solicitado.

Es importante que aprendas a manejar la situación, demuestres todo lo que sabes y pongas en valor aquello que más te interese destacar. Sé agradable y natural, habla con propiedad y de forma profesional, pero también mantente fiel a ti mismo para aportar la nota diferenciadora.



Por último, no dejes que los nervios te jueguen una mala pasada, acude a la entrevista tras prepararla previamente y ten en cuenta nuestros consejos para mejorar tu capacidad de expresión.



Y tú, ¿qué aspectos tienes en cuenta para aumentar las oportunidades de conseguir trabajo?