Desde hace algunos años hemos venido observando en Chile cómo la tasa de natalidad ha descendido en el país y, por otro lado, cómo ha aumentado la expectativa de vida tanto a nivel global como local. Con esto, la fuerza laboral chilena comienza a envejecer y se acerca la edad en la que debe poner fin a sus años de servicio. Sin embargo, de acuerdo a los resultados del primer trimestre del año del Workmonitor, estudio de tendencias de Randstad, 39% de los chilenos afirma que jubilará entre los 65 y 70 años de edad, es decir, trabajará más de lo estipulado en la Legislación Laboral.



Paloma Alvear, psicóloga y management development analyst de Randstad, agrega que “el envejecimiento de la población es el desafío organizacional número 1 a nivel mundial, según lo que señala el Talent Trends Report 2015, estudio realizado por Randstad Sourceright sobre las 25 tendencias de Recursos Humanos clave para las compañías. Ante este escenario, y “para que las empresas logren mantener su ritmo de crecimiento, sería recomendable que implementen nuevas políticas que apunten a motivar a los talentos por sobre los 50 años, a mantenerlos actualizados respecto a las nuevas tecnologías y nuevas metodologías dentro de su campos de acción, además de ofrecer incentivos para que permanezcan más tiempo en la organización”, asegura la experta.



En este aspecto, Chile no está mal en comparación a otros países, ya que 44% de las compañías nacionales tiene políticas activas para atraer y retener talento de más de 55 años, ubicándose en el puesto 15 de 34 naciones. En todo caso, la ejecutiva de la multinacional dice que aún nos falta camino por recorrer, sobre todo considerando que solo 24% de los chilenos considera que las personas mayores de 55 son menos productivas que los profesionales más jóvenes. “Hoy los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) están plenamente vigentes en el mercado del trabajo, no tan solo por el valor agregado y la experiencia que pueden entregar, sino también porque su productividad y el grado de compromiso que adquieren con la compañía es enorme”, argumenta.



Asimismo, Paloma sostiene que son trabajadores que han permanecido 8 años o más en la misma empresa, por lo que naturalmente su nivel de involucramiento es mayor, conocen el negocio, tienen un alto grado de responsabilidad y su visión los convierte en piezas clave para estar al frente de las grandes compañías. Además, “hoy las personas mayores tienen mejor calidad de vida y por lo mismo, cuentan con más energía para continuar desarrollándose y enfrentando desafíos profesionales. Por otro lado, resultan ser excelentes mentores para los talentos más jóvenes de la organización, transformándose en una guía en su proceso de desarrollo”.



Para atraer y retener a una fuerza laboral mayor de 50 años, la ejecutiva entrega algunos tips, como “considerar opciones de trabajo flexible, motivándolos a permanecer activos por más tiempo en el mercado; involucrarlos en planes orientados a aumentar el compromiso de otros y conocer su nivel de satisfacción con la organización, puesto que un trabajador a gusto es más productivo; considerar también a los trabajadores mayores de 55 para tareas de trabajo temporal, porque esta modalidad les permitirá tener periodos de descanso intercalados; y desarrollar una estrategia home-grow, es decir, tener pasantías, programas de postgrado y de formación robustos para desarrollar el talento necesario, manteniendo el crecimiento de la empresa”, finaliza.