En el marco del nuevo proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, la consultora de RR.HH. Randstad realizó una encuesta a 176 ejecutivos pertenecientes a empresas de diversos sectores, a fin de evaluar si consideran que este proyecto de ley impactará en la productividad de sus compañías. 



De acuerdo a datos de la OCDE, Chile se encuentra por debajo del promedio de US$ 46,7 de PIB por cada hora trabajada, ubicando a Chile en la posición número 3 de las naciones con menor productividad, con US$ 27,2 por cada hora trabajada, de acuerdo a tabla que calcula la tasa de cambio actual. Debido al impacto que tiene este indicador en la economía, el gobierno creó la Comisión Nacional de Productividad a comienzos del 2015. 



En este contexto, la diputada Camila Vallejo, presentó el mes de marzo el proyecto de ley “40 Horas” con el fin de reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, tomando el ejemplo de países como Holanda (segundo lugar con menor cantidad de horas trabajadas) y Suecia (noveno lugar con menor cantidad de horas trabajadas), donde la fuerza laboral trabaja 10 horas menos a la semana que nuestro país. En el caso de Holanda, la productividad es de Us$ 93,8 por hora trabajada mientras que la Suecia es de Us$ 85,3. De acuerdo a la diputada, el proyecto apunta a que las personas puedan conciliar de manera más equilibrada la vida familiar con el ámbito laboral, trabajando una hora menos al día, lo cual no influiría en la productividad.



De acuerdo a la encuesta realizada por la consultora de RR.HH, si bien 97% de los encuestados considera que medir la productividad es importante, un 23% no la mide; el 35% lo hace a nivel general y, el 42% si hace una medición tanto a nivel compañía, como por departamentos e individualmente.  Dentro del porcentaje de empresas que si miden la productividad, un 25% afirmó que lo hace a través de índices financieros; 16% con índices de actividad y, 58% con un mix de ambos indicadores. 



Al respecto, Rita González CEO de Randstad comenta “proponer una reducción de la jornada laboral sin tener data previa acerca del impacto que podría tener para las compañías y economía en general, puede ser muy riesgoso. Si a esto sumamos que un 49% de los ejecutivos encuestados manifiesta que los resultados de productividad no son compartidos y que 65% considera que los trabajadores no se sienten familiarizados con este indicador no nos encontramos aún en una posición que permita analizar de forma rigurosa cuál pudiera ser el impacto. 



Acerca de si los resultados de productividad son visibles para los trabajadores 23% dice que si, pero de forma muy confusa, 49% que no son compartidos y 28% que existen canales internos con información clara y entendible. Sobre este aspecto la ejecutiva comenta “Tan importante como medir la productividad es comunicarla, hacerla visible y que se trasforme en una herramienta de gestión.  La comunicación interna es esencial para generar el engagement de los trabajadores con los objetivos compañía, por lo que debemos generar los espacios para explicar el impacto de nuestro trabajo en el objetivo general y de qué manera impacta en este resultado el que no cumplamos con los acuerdos. Hay que explicar de manera sencilla, cercana, con ejemplos claros, sino es evidente que las personas se sientan reticentes o incluso amenazadas con ser medida”,  comenta la ejecutiva.

Otro resultado que destaca en la encuesta, es que el 34% de las empresas considera que si se vería afectada por la reducción de la jornada laboral y, segmentando por tamaño de empresa, 49% de las pequeñas compañías; 32% de las medianas y 28% de las grandes consideran se verían impactadas por esta medida. “Si consideramos que el 47% de las PYME mide este indicador solo a nivel general y 21% no lo hace, se entiende el por qué presentan la percepción más alta de impacto. Es por ello que resulta vital, sin importar el tamaño de la compañía, que como primer paso se establezcan indicadores de gestión, para tener claridad del desempeño, ver evolución y establecer mejoras. Es imperativo para ser competitivos como mercado que hagamos ese cambio de visión y de cultura, de manera que las discusiones sean en función de objetivos y no de un horario”.  



Respecto a si las decisiones al interior de las compañías son tomadas un base a productividad y utilidad, un 43% señaló que no, que es más bien criterio y juicio que análisis, un 40% afirmó que si se hacen los análisis correspondientes y, un 18% dijo no saber. 



Productividad por sectores



Según las respuestas obtenidas del porcentaje de empresas que si mide la productividad, 58% lo hace a través de un mix de indicadores financieros y de actividad. Si lo llevamos a sector, lidera pharma/healthcare, junto con gobierno y empresas sin fines de lucro con 100% de respuestas que monitorean este índice de gestión con un mix. Los sigue energía, minería y proveedores con 83% y entidades financieras con 78% de respuestas. 



Respecto a si los resultados son visibles para todos los trabajadores el sector que lidera el ranking es 

gobierno y organizaciones sin fines de lucro con 50%, seguido por energía, minería y proveedores con  42% y manufactura con 38%. Por el contrario, pharma/ healthcare e ingeniería y construcción son las industrias que lideran el ranking de respuestas sobre no compartir los resultados a sus trabajadores, ambos con 67%, seguido por entidades financieras con 55% y retail con 54%. 



Si las decisiones son tomadas en base a indicadores de rentabilidad, los datos tampoco son positivos. El 54% de las empresas manufactureras declara que las determinaciones se toman mayormente en base a juicio y criterio que análisis. Lo sigue gobierno y empresas sin fines de lucro y transporte y logística con 50% de las menciones. Al respecto, la ejecutiva comenta, “estos resultados nos muestran que falta incluir en la dirección y gestión de negocios un pensamiento más estratégico y analítico orientado a resultados, con una cultura en donde todos entendamos que aportamos en un engranaje y que la productividad es individual y que se van sumando capas hasta llegar  las  gerenciales”.  



Finalmente, los sectores que afirmaron que se verían más afectados por la reducción de la jornada laboral son energía, minería y proveedores con 52% de respuestas, seguido por transporte y logística con 50%, manufactura con 46% y retail con 40%. “Son sectores productivos esenciales para la economía de nuestro país. Y con un bajo porcentaje de empresas que se gestionan en base a utilidad, con escasa visibilidad y en donde los trabajadores no se sientes familiarizados con los indicadores de la compañía, el reducir el número de horas trabajadas en industrias de alto volumen de personal operativo requerirá contratar personal adicional para cubrir el trabajo que deja ejecutarse sobre todo en sistemas de turnos”.