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Para nadie es una novedad que, actualmente, los cambios tecnológicos nos han llevado a un nuevo modelo organizativo del que se desprenden diferentes maneras de gestionar, relacionarse y atraer talento, por lo que existe la necesidad de adaptar las estrategias de las compañías a esta nueva realidad. Pero, ¿cómo se puede hacer esto?

  1. Gestión del cambio. Digitalización.

    El 90% de las empresas tiene una estrategia digital bien definida pero el 70% no tiene las competencias para llevarlas a cabo. Así, queda de manifiesto que una cosa es la velocidad de innovación y otra la de implementación, ya que las organizaciones han evolucionado de manera vertiginosa pero, en muchas ocasiones, siguen con los mismos miembros del management que había antes de la transformación. Los equipos deben evolucionar y adaptarse a los nuevos entornos. El foco principal de cualquier cambio no es la transformación en sí misma, sino que el objetivo de dicha transformación. Además, se deben hacer hojas de ruta de digitalización traslandando a todos los miembros de la compañía el “para qué”.

     
  2. Nuevo liderazgo.

    Los nuevos modelos de relación jerárquica que están surgiendo en las organizaciones demandan un liderazgo cada vez más colaborativo, dinámico y menos vertical, pero con capacidad de alcanzar los objetivos, motivar, gestionar recursos y tener visión estratégica y ejecución al máximo nivel. Asimismo, es relevante que los nuevos líderes sepan manejar la transformación atendiendo a los retos que están presentes en las empresas: diversidad de perfiles y convivencia de diversas generaciones, apoyándose en nativos digitales para abordar su estrategia de digitalización.

     
  3. Transversalidad

    En la actualidad, sigue habiendo rubros que practican el “paralelismo sectorial”, lo que resulta poco diferenciador y pobre en innovación. En un entorno en el que los productos son cada vez más parecidos y la innovación más efímera, la capacidad de crear y de traer nuevas prácticas de unos sectores a otros, con la única premisa del talento, se hace cada vez más necesaria. Un ejemplo es incorporar profesionales que vienen de las áreas de humanidades en departamentos financieros o tecnológicos, porque cuentan con una visión ética y filosófica que ofrece una visión muy enriquecida y positiva a la compañía. El resultado de equipos diversos es que todos están integrados y sus conocimientos en diversas áreas, sectores o posiciones permiten poder anticiparse, contar con una visión estratégica y, en definitiva, ir un paso por delante.

En resumen, los consejos para que la transformación de tu empresa sea exitosa son:

  1. Si una empresa quiere transformarse primero debe tener claro el objetivo del cambio.
  2. La digitalización no consiste únicamente en apoyarnos en tecnología, implica un cambio de mentalidad y de forma de trabajar.
  3. La automatización puede hacer que cualquier puesto evolucione. Para ello, se debe ver la tecnología como un aliado que elimina funciones mecánicas en favor de funciones no automatizables ligadas al conocimiento y la creatividad humana.
  4. Cualquier proceso de cambio requiere de líderes que sepan ver y afrontar la transformación. Si los líderes no son capaces de afrontar el cambio, la compañía no cambiará ni evolucionará. Se precisa de un liderazgo colaborativo y horizontal.
  5. La transformación afecta a todas las personas de la compañía. Para ello, la comunicación y la formación se erigen como piezas clave.
  6. La transversalidad de perfiles directivos, que permite incorporar a profesionales de otros sectores al nuestro, puede acelerar el cambio y aumentar la eficacia.