blog_image_2AA72D2D-C249-4CF4-828B-3E8102EF97EE.jpeg
blog_image_2AA72D2D-C249-4CF4-828B-3E8102EF97EE.jpeg

La tecnología blockchain fue ideada en 1991 por Stuart Haber y W. Scott Stornetta, que soñaban con diseñar un sistema de registro que no dependiera de un intermediario. Sin embargo, no fue hasta 2008 cuando se materializó gracias al trabajo de Satoshi Nakamoto, artífice de la criptomoneda bitcoin. Actualmente, se considera el futuro de las transferencias de información, proponiéndose como la base de una nueva revolución digital.

¿Pero en qué consiste? El blockchain es un sistema de registros compartidos que permite la transferencia de información con una codificación muy sofisticada, garantizando un intercambio completamente seguro. Básicamente, se trata de una especie de libro de contabilidad gestionado automáticamente por una comunidad de ordenadores conectados. Esta red supervisa y registra todas las modificaciones que se produzcan, sin necesidad de un intermediario que regule las acciones. De esta forma, no solo se reducen costes, sino que se aporta de mayor autonomía a los procesos.

Esta nueva tecnología tiene importantes aplicaciones en el día a día, desde la gestión y autentificación de datos, algo muy útil para la administración pública, que podría permitir a los ciudadanos el acceso a trámites de una forma más sencilla a rápida; a la empresa privada, que podría automatizar procesos contables o agilizar la contratación.

La nueva revolución tecnológica no se entiende sin el blockchain. Con la capacidad de hacer que la información sea más accesible e instantánea que nunca, el Foro Económico Mundial asegura que en 2025 este sistema administrará el 10 % del PIB global, siendo la infraestructura del 60 % de las entidades financieras y la base para la nueva transformación digital.

La tecnología aplicada a la gestión de equipos

Para entender en qué puede influir esta tecnología en las empresas, basta con explicar la figura más novedosa que posibilita: las DAOs (en español, Organizaciones Autónomas Descentralizadas). Como su nombre indica, dan nombre a un modelo de organización en el que el poder de decisión se distribuye entre los participantes, tal y como ocurre con los procesos de blockchain.

Una DAO combina los smart contracts, las ICO (fórmulas de financiación con tecnología blockchain) y el código, dando como resultado una organización capaz de gestionarse a sí misma sin la figura de un directivo. Las decisiones se toman mediante propuestas y votaciones que determinan el futuro de la empresa. Así, los modelos jerárquicos tradicionales podrían abrir paso a nuevas soluciones.

Más allá de esta experiencia, el blockchain se puede aplicar en numerosos procesos: en los de selección, ya que permitiría crear una base de datos de talento totalmente segura; en la contratación, permitiendo autentificar datos y reduciendo tiempos, o en la gestión de equipos, que se vería favorecida al contar con información descentralizada y accesible en todo momento.

En definitiva, la tecnología blockchain abre un abanico de posibilidades para el mundo empresarial, que encuentra en ella la aliada perfecta para agilizar procesos, realizar transferencias más seguras y mejorar la competitividad.

Una oportunidad para las pymes

El blockchain supone una garantía para las empresas, ya que les permite avalar tanto la integridad de los procesos como su seguridad. 

Para las pymes, el blockchain también ofrece una ventaja competitiva: les permite contar con las mismas herramientas que las grandes organizaciones y, por tanto, aumentar la confianza en sus servicios. Además, como señala Alex Preukschat, experto en la materia, al tratarse de una tecnología de código abierto, no es necesaria la inversión de muchos recursos económicos.

Pero quizás la novedad más interesante para los negocios es el smart contract o contrato inteligente, que se trata de un protocolo informático que verifica y hace cumplir un acuerdo sin la intervención de ningún intermediario para su creación, seguimiento o resolución. Así, un acuerdo empresarial o laboral quedaría reducido a un código verificable y registrable digitalmente.

Quizás el ejemplo más sencillo para entender esta nueva herramienta sea el de la aplicación en el sistema sanitario. En este caso, un smart contract registraría el acuerdo de con la aseguradora, con todos los supuestos y condicionantes. Entonces, gracias a la tecnología blockchain, las gestiones posteriores serían automatizadas: se comprobaría el estado de la póliza y se reducirían los tiempos de los trámites.

En términos empresariales, esto tendría aplicación en los contratos mercantiles. De este modo, una pequeña empresa podría automatizar acuerdos con otras compañías que les ofrezcan la externalización de servicios, como por ejemplo asumiendo la gestión contable de una forma totalmente segura y legal, aunque por el momento no cuenta con una legislación específica. En un entorno en el que la cultura colaborativa es tan importante, contar con esta herramienta agiliza todos estos procesos y asegura la competitividad de las pymes.

La revolución del eCommerce

La implantación del blockchain en las pequeñas y medianas empresas dedicadas al comercio electrónico también supone un aumento de confianza: el consumidor tiene la garantía de que su transacción ha sido gestionada con la mayor transparencia y seguridad.

Porque esta tecnología no solo garantiza que los pagos se efectúen, sino que permite que se condicione a la finalización del proceso de compra. Este es el sistema que utilizan diversos portales de comercio: los pagos se efectúan a través de una cuenta escrow, reteniendo el dinero hasta que el comprador no verifica que ha obtenido el servicio o el producto en perfectas condiciones.

Ya existen numerosos comercios que aplican estas novedades, como Rakuten, Wallapop u Open Bazaar, un portal en el que cualquiera puede abrir un comercio para vender sus productos. Y aunque abundan las webs que utilizan la tecnología blockchain para gestionar bitcoins, como por ejemplo Expedia o Steam, también empiezan a desarrollarse otras que transfieren divisas.

Y a ti, ¿te interesan las opciones que permite la tecnología blockchain?